“Quiero subrayar las ganas y la participación de las chicas en la investigación del uso de la lana en Beasain”
2024/05/08 STEAM-Hezkuntza (Elhuyar Zientzia)
Los alumnos de 3º de ESO del I.E.S. Txindoki de Beasain, junto con el grupo de investigación “Materiales y Tecnologías” de la investigadora de la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa Cristina Peña Rodríguez, han analizado el uso de la lana dentro del proyecto “Mesa de Gluones para la inspiración de los jóvenes”. Han conocido las posibilidades de que la lana pase de subproducto a materia prima.
Vuestro grupo de investigación se llama “Materiales y Tecnologías”. ¿Quiénes formáis el grupo?
En nuestro equipo de investigación somos unos 25 investigadores. El grupo fue creado en 1988 por el profesor y catedrático Iñaki Mondragon. Actualmente dirige Arantza Ezeiza y contamos con trece profesores, profesores de la Escuela de Ingeniería de Gipuzkoa, pertenecientes a diferentes departamentos, en su mayoría químicos. Por otro lado, también hay investigadores que están realizando postdoctorales, doctores y estudiantes que están realizando un trabajo de fin de grado y máster.
¿Qué investigáis?
Nuestro objetivo es desarrollar materiales con propiedades especiales y aplicarlos en diferentes ámbitos.
Cuando se formó el grupo trabajábamos sobre todo con polímeros sintéticos. Polímeros sintéticos o, como decimos en la calle, plásticos. En el año 2000, cuando empecé con la tesis, comenzamos a estudiar los materiales procedentes de fuentes renovables, de árboles o plantas diversas, aceites naturales, etc. En el año 2012, tras la incorporación de Arantza Ezeiza como directora del grupo, comenzamos a analizar los procesos de reciclaje. Es decir, nuevas materias primas que servirían para el reciclaje. En este sentido, nuestra investigación se ha centrado principalmente en la lana. Hemos trabajado mucho con la lana. La lana es un pelo que producen las ovejas y es renovable.
¿Qué trabajo habéis hecho hasta ahora?
El proyecto comenzó con una reflexión. Entre los materiales observábamos que se utilizaban fibras procedentes de plantas como sisal, yute o cáñamo. La mayoría de ellas no son plantas del País Vasco. Estudiando las posibilidades materiales de aquí, después de muchos trabajos, llegamos a la lana con la Escuela Fraisoro. Investigamos las posibilidades de aprovechar la lana de la oveja latxa.
La lana, por un lado, puede utilizarse como fibra para producir materiales compuestos, como refuerzo. Y, por otro lado, tiene una lanolina externa, esa especie de aceite que tiene el pelo, que también tiene nuestro pelo. También la queratina. Estas propiedades se han tenido en cuenta para su estudio y aplicación en diferentes áreas. Entre ellos, la construcción.
En Euskal Herria tenemos muchas ovejas. ¿Qué se hace con la lana?
En general, la lana de la oveja latxa es expuesta. En la Comunidad Autónoma del País Vasco, por ejemplo, hay más de 300.000 ovejas y, teniendo en cuenta que se obtienen entre 2,5 y 3 kg de lana por oveja, cada año se producen entre 750-900 t de lana.
La lana de la oveja latxa es áspera. Cuando se ha utilizado en prendas de vestir, por ejemplo en ropa de casero, es muy habitual sentir picor. Por esta falta de comodidad, y por la producción de otros materiales sintéticos y más baratos, la lana fue desechada en nuestros usos. También para hacer colchones o alfombras.
Dicen los pastores que hace años les compraban lana. Sin embargo, hoy en día los pastores tienen que pagar para quitarse la lana. Se utiliza como residuo.
Actualmente, cada vez se realizan más gestiones para buscar un uso. Sé que hay proyectos en marcha. Por ejemplo, en Baztan hay un programa en marcha para llevar a cabo este proceso de recogida entre mancomunidades. En Navarra, en una empresa, se empezó a utilizar la lana como aislamiento para controlar la humedad, entre otras cosas. Ternua también usa lana de oveja latxa en los trajes “ARTILESHELL”.
Pero, en general, la mayor parte de la lana se suele tratar como residuo.
En los últimos meses, los jóvenes del IES Txindoki de Beasain se han sumido a vuestra investigación. ¿Qué han hecho?
Eso es. Nos pareció interesante analizar junto con ellos las propiedades interesantes de la mezcla de yeso y lana.
En la primera sesión fuimos a su instituto y les lanzamos el reto. Se realizaron probetas de diferentes composiciones de lana y yeso para ver los pesos que podían soportar las probetas. En algunas de las probetas sólo se ha utilizado yeso y en otras se ha mezclado yeso con lana.
Después, para ver la resistencia, ponen un cubo colgado de las probetas. Poco a poco han ido aumentando de peso hasta romper la probeta. Así, han visto cuál es la composición más potente y, por tanto, la de mejor propiedad. Como anécdota, quiero mencionar que como no conseguían romper la probeta, tuvieron que utilizar la creatividad. Los jóvenes utilizaron su peso y, tras varias pruebas, la probeta llegó a soportar el peso de dos chicas.
En la segunda sesión han estado presentes en nuestros laboratorios. Traen esas probetas creadas en el instituto para probarlas en máquinas de laboratorio. Además, creo que esta visita podría servir para quitar el miedo a la universidad.
En la última sesión volveremos al instituto para compartir con ellos reflexiones y extraer conclusiones.
Los jóvenes podrán presentar los resultados de la investigación en Elhuyar Zientzia Azoka, Bilbao y Gipuzkoa. ¿Qué importancia tiene esto?
Sea cual sea el objeto de estudio, estos proyectos son muy importantes para fomentar el espíritu investigador entre los jóvenes. Creo que en las ferias se produce un empoderamiento. Es decir, los jóvenes creen que esa investigación la han hecho ellos mismos. Además, gracias a las presentaciones de las ferias, sacan el tema a la calle y comunican el problema a los ciudadanos que se acercan.
¿Cómo se presenta a los jóvenes? ¿Qué te da a ti?
Les digo que soy profesor e investigador universitario. Que mi pasión es el desarrollo de materiales y la utilización más eficiente de las materias primas.
A mí me hace mucha ilusión trabajar con jóvenes, me transmiten su ilusión y motivación. Aunque hay de todo, siempre hay jóvenes que te escuchan con la boca abierta. Por ejemplo, al principio del reto les preguntamos “¿De dónde sacamos todas las materias primas?”. Les explicamos que la Tierra es nuestra única despensa y de ella extraemos 100 gigas de toneladas al año. “¿Cuántos años durará así la Tierra?”. Quedaron boquiabiertos. Este tipo de afirmaciones despiertan la pasión por la investigación. Diría que en las aulas universitarias, en general, se pierde esa curiosidad e ilusión.
Por otro lado, para nosotros es una buena oportunidad para sacar nuestra investigación fuera del laboratorio. Si no, no tenemos relación con los jóvenes y con la sociedad en general. Este proyecto nos ha dado motivación y fuerza. En este sentido, quiero agradecer al equipo de Elhuyar y al técnico de Elhuyar Joseba Aldasoro Galan.
¿Cuál es el papel del profesorado en todo este proceso?
En este caso, Ainhoa Izagirre, profesora, ha sido la guía de los jóvenes. Él ha estado en contacto con nosotros, haciendo gestiones y transmitiendo a los jóvenes los pasos a seguir. Nosotros hemos estado tres veces con los jóvenes, pero entre estas sesiones los jóvenes han trabajado mucho. La clave está en encontrar personas adecuadas, y en este caso lo hemos inventado. Ha sido un placer trabajar con Ainhoa Izagirre.
La prueba piloto de este estudio se ha realizado en Beasain. De cara al futuro, ¿os parece interesante que los centros de EH conozcáis vuestra investigación y participéis en proyectos como este?
Claro que sí. Este año ha sido una prueba piloto y lo repetiría muy a gusto. En esta ocasión se ha utilizado la lana con yeso, pero podríamos trabajar otros puntos de vista en el proyecto.
Es muy interesante, por un lado, porque trabajan la ciencia más allá del nivel teórico. Para afrontar los retos sociales actuales será necesario que los jóvenes desarrollen otras competencias.
Además, consideran que la ciencia es necesaria para el desarrollo sostenible. Debemos tener en cuenta lo que nos rodea y cómo podemos aprovecharlo. En este sentido, hemos insistido en la idea de economía circular.
¿Qué destacaría de esta experiencia vivida?
Quiero subrayar las ganas y la participación de las chicas en la investigación del uso de la lana en Beasain. La mayoría del alumnado ha sido femenino. Sólo ha habido un chico en el grupo. No esperábamos un grupo tan femenino. Por lo tanto, quiero recordar que la ciencia es cosa de las chicas.
Este proyecto, promovido por Elhuyar, cuenta con el apoyo del Departamento de Promoción Económica y Proyectos Estratégicos de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
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