Secretos de la indumentaria astronauta

2000/10/03 Mendiburu, Joana - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

• Astronautika

Para los que nos quedamos en el suelo, la indumentaria de los astronautas es espectacular.

Hace dos semanas vimos a los astronautas en esta nueva Estación Espacial Internacional con su indumentaria destacada y distintiva. Para muchos, la idea de disfrazar el traje de los astronautas puede ser también brillante. Pero bueno, además de espectaculares, estas prendas cumplen funciones importantes e imprescindibles.

Estos trajes tienen una estructura muy compleja y muchos componentes. Entre otras cosas, para que los astronautas puedan circular por el espacio, es necesario que estos trajes dispongan de un mecanismo separado para mantener la presión normal, junto con el sistema de renovación de aire y refrigeración. Los complementos son el casco, la bolsa de agua y el sistema de comunicación.

El interior de la prenda está repleto de tubos que canalizan el agua, los restos de orina y el refrigerante. La ventilación de la prenda y el sistema de transpiración son muy importantes. El astronauta debe soportar una temperatura de 121 ºC bajo el sol y una temperatura de -156 ºC bajo la oscuridad.

El material utilizado para la confección de las prendas es independiente para evitar fugas y proliferaciones bacterianas. No obstante, es necesario una limpieza adecuada tras cada uso. Y es que, si cuidamos bien las prendas, su uso es de unos ocho años. A partir de ahí pierden calidad.

El traje está formado por capas superpuestas, con un peso máximo de 107 libras (aprox. 53,5 kilos).

Medidas de seguridad estrictas

El sistema básico de garantía de vida está formado por el PLSS, la unidad de espalda siempre conectada y un control visual que lo lleva en la parte delantera. La unidad de espalda separa el oxígeno para respirar, ventilar y ajustar la presión interna de la prenda. Además, esta unidad es necesaria para el enfriamiento y transporte del agua, así como para la absorción de carbono dióxido y la eliminación de malos olores. El segundo distribuidor de oxígeno está situado en la parte inferior del PLLS y el primero se pone en funcionamiento cuando falla. Todos estos aparatos y el conductor de maniobra son observados por los miembros de la tripulación gracias al control visual. Por lo tanto, los astronautas sólo circulan por el espacio, pero sin cortar todos los lazos con las tierras. Que no se pierdan luego en soledad.