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Al comienzo del congreso Atom by Atom, más que la nanociencia, la divulgación

2009/09/29 Lakar Iraizoz, Oihane - Elhuyar Zientzia

Ayer se puso en marcha el congreso Atom by Atom del Kursaal de San Sebastián. La nanociencia y la nanotecnología pretenden socializarse, ya que, como dijo Txema Pitark, director de CIC nanoGUNE, ser capaz de manipular la materia atómicamente abre un nuevo mundo de oportunidades.

El primer día del congreso, sin embargo, no tuvo mucho peso la nanociencia y la nanotecnología. En los próximos dos días los expertos se centrarán en estos temas. El de ayer fue el paso previo al descenso a la nanoescala.

La conferencia de bienvenida, impartida por Txema Pitark, Pedro Miguel Etxenike y el Lehendakari Patxi López, destacó en pocas palabras la importancia de la investigación de la nanociencia, la importancia de la cultura científica de la sociedad y la importancia de destinar fondos públicos a la investigación, respectivamente.

Por detrás, Sir Harold Kroto, ganador del Premio Nobel de Química en 1996, ofreció una conferencia inaugural. El tema fue la ciencia, la sociedad y la sostenibilidad. Una vez más, la nanociencia y la nanotecnología fueron pocas las palabras de Kroto. Pero la divulgación, a raudales, demostró su habilidad para comunicarse. Y al Zinemaldia que acaba de pasar también le hizo guiños.

Sir Harold Kroto, investigador ganador del Premio Nobel de Química en 1996. (Foto: Ana Galarraga )

De hecho, realizó un recorrido a lo largo de su vida al comienzo de la charla para explicar por qué se hizo investigador. Entre otras cosas, mencionó un ensayo como actor en época escolar y mostró una fotografía de una obra de teatro con sus compañeros. Allí destacó a dos personajes, él y uno de sus compañeros, y dijo: "Al final no fui actriz y menos mal! Mi adjunto ahora es actor y mira su aspecto", y mostró la foto de Gandalfa, protagonista de la serie de películas El Señor de los Anillos. De hecho, su compañero era Ian McKellen, actor galardonado este año con el premio Donostia del Festival. Mientras decía todo esto, además quita la chaqueta y la camisa que llevaba vestida, dejando al descubierto la camiseta que tenía debajo, igual que la que tenía Ian McKellene el día que recibió el premio: Camiseta promovida por Donostia como capital europea de la cultura.

Con ello consiguió conquistar a todos los públicos. A partir de ahí habló de la importancia de la ciencia en la sociedad. Daba continuos toques de humor a lo que decía. Lo que dijo eran cosas de gran peso. Señaló, por ejemplo, que para obtener financiación para llevar a cabo las investigaciones, piden que se garantice que se obtendrán resultados fructíferos. Los investigadores, sin embargo, "no sabemos hasta dónde llegarán las investigaciones que realizamos". Puso como ejemplo lo que él vivió. Recibió la novela por descubrir el fullereno, y hoy en día el fullereno se fabrica industrialmente, "pero cuando nosotros lo descubrimos estábamos estudiando la química de las estrellas". En ese momento no lo habían previsto, no lo podían prever, los usos que acabaron de encontrar. "La ciencia no se puede predecir, eso es así. No es mi culpa", dijo.

También comentó cuáles son las mayores aportaciones que considera la química: anestesia y penicilina. En la época en que se inventaron, aportaron un gran beneficio a la sociedad. Sin embargo, los problemas van cambiando y se necesitan investigadores que resuelvan esos problemas. Subrayó que el futuro depende de los científicos: "Cuando eres científico te das cuenta de que el futuro depende de nadie".

La investigación es, por tanto, imprescindible y también la presencia de personas que realizarán las investigaciones. Es necesario crear un espíritu de investigación entre los jóvenes para ser investigadores en el futuro. Al hablar de investigadores que han hecho grandes descubrimientos, como Einstein, destacó que se les muestran fotos de antiguos. "Los viejos científicos no son referentes para jóvenes. ¿Cuál es uno de los personajes que la juventud considera un referente?" preguntando mostró una foto de Tom Cruis. "Esto no es científico, esto es científico".

Al finalizar la charla se acercaron bastantes personas para sacarle fotos. Como una estrella de Hollywood. ¿Todavía no se ha alejado el ambiente creado en el Zinemaldia? Quién sabe. Kroto, por lo menos, representó perfectamente lo que decía.

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