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Rana roja, callo intsectorial

1992/05/01 Aihartza, Joxerra Iturria: Elhuyar aldizkaria

Mapa de distribución de la rana silvestre roja en el País Vasco.

Una de las características ecológicas más importantes de los bosques caducifolios de las regiones templadas es que la madera es la mayor parte de la biomasa vegetal producida. Como es sabido, la lignina, componente de la madera, no es digerida por los animales superiores, y la materia prima más abundante en estos bosques es directamente inaccesible para los vertebrados.

Sin embargo, y a través de la intermediación de bacterias, hongos y multitud de invertebrados, la energía recogida en madera y hojarasca será la que sustentará la macrofauna de nuestros hayedos, robledales, marojales, etc., lo que hace que la mayor parte de los vertebrados que habitan estas formaciones vegetales sean depredadores, especialmente insectívoros. Entre ellos, y gracias al resplandor y la humedad de los ecosistemas vegetales, los anfibios tienen grandes posibilidades de vivir, con la rana roja como ejemplo.

La indumentaria críptica y disruptiva de la rana silvestre roja es su paso por el suelo de la selva. Por tanto, es una de las defensas del animal.

La rana silvestre roja (Rana temporaria) es un magnífico crucero de unos 10 cm de longitud. La cabeza es más ancha que larga, con el extremo redondo, y los grandes ojos, situados dorsolateralmente, le dan un aspecto curioso. El tímpano es visible y su diámetro es algo mayor que la mitad del del del ojo. Al igual que el resto de los anfibios, la rana tiene 4 dedos en las patas delanteras y 5 en las traseras, que están unidas por membranas interdigitales. En general, se trata de una rana forestal de fuerte anfibio, dotada de vestido circular y brazos y patas fuertes, con movimientos relativamente rápidos entre las hojarascas del bosque, lo que indica el carácter terrestre del animal.

Por otra parte, y como su nombre indica, la coloración del animal puede ser rosa, rojizo, o incluso casi naranja, siempre adornado con manchas pardo-rojizas, aunque su abundancia y ubicación varían de un grano a otro. En cualquier caso, todos los ejemplares, desde los nasales hasta el ojo y el tímpano, presentan una mancha parda oscura que se extiende hasta el hombro. En los cuernos, por su parte dorsal, aparecen oscuras marcas transversales. Como es evidente, esta indumentaria es críptica y disruptiva mientras recorre el suelo de la selva. Por tanto, es una de las defensas del animal, sin duda. En cuanto a la zona ventral, la mayoría de las veces es blanquecina, amarilla o rosa pálido, con una cicatriz rojiza más oscura.

Este animal es un despiadado depredador que se alimenta de invertebrados, cuyas piezas de caza incluyen insectos, arañas, anélidos, moluscos y crustáceos.

En el caso de este animal, el dimorfismo sexual no es demasiado evidente, ya que, entre otras cosas, los filetes de boca, que utiliza el macho en celo para cantar, suelen ser internos. Normalmente, y como la mayoría de los amuros, las hembras son más grandes que los machos, mientras que éstas tienen un aspecto más esbelto. Por otra parte, el macho tiene brazos más fuertes y, además, el dedo interior de las manos es más ancho, con una característica máscara oscura situada en el lado dorsolateral del macho.

Al igual que la mayoría de los anfibios terrestres, la rana silvestre tiene un estilo de vida anochecer y nocturno, debido a la necesidad que tienen estos animales de evitar la deshidratación, por lo que sólo la veremos en días lluviosos. Como ya se ha mencionado, este animal es un despiadado depredador que se alimenta de invertebrados, y sus piezas de caza, como insectos, arañas, anélidos, moluscos y crustáceos, especialmente cucuruches (Armadillium vulgare).

A lo largo de enero o febrero llega el celo, época de reproducción, a este singular anfibio.

Cuando el sol pierde fuerza y domina la frescura del crepúsculo, abandona el escondite de la rana forestal en las hojarasca o bajo el musgo para explorar todos los rincones de la zona, lentamente, sin prisas, parándose allí y aquí. Y es que, a pesar de que la rana de bosque atrapa cada noche un montón de invertebrados inimaginables, este animal detecta sus piezas “en el esperanza”: estando tan parado como la hojarasca, se mira a todo lo que se mueve a su alrededor hasta que la pieza se coloca en su extremo.

Entonces, con el empuje de los erguidos y traseros en las patas delanteras, adelanta la cabeza como el rayo y lanza la lengüeta adhesiva a la presa, dándole inmediatamente la boca y retrocediendo. Con la “cena” en su cabra, la devora entera. Cerrar los ojos grandes para este trabajo le ayuda. Y es que, al no tener apenas huesos en el paladar, al cerrar los ojos empuja hacia la garganta cualquier cosa que pueda tener en la boca.

En condiciones normales la rana roja es un animal terrestre. Sin embargo, en las épocas más calurosas del año se encuentra principalmente cerca del agua, a la vez que las poblaciones que habitan en zonas más altas tienen su residencia en ríos y ríos.

Las ranitas que dejan atrás el medio acuático y se dirigen hacia las orejas del bosque tienen una longitud aproximada de 10 mm. La rana silvestre roja es una especie paleoarcaica de amplia extensión, eurosiberiana, cuyos principales dominios se encuentran en el medio montano.

A la llegada del invierno la rana forestal hiberna, escondida bajo piedras o musgos, pero a lo largo de enero o febrero sale de esta situación y llega el celo (época de reproducción) a este singular anfibio. En ese momento, los machos primero y las hembras después, las ranas forestales se recogen en las charcas y charcas de sus lugares de residencia, en concentraciones elevadas para la puesta de los huevos. El espectáculo es impresionante: los machos compiten entre sí y luchan por atrapar a la hembra, y en ocasiones pueden verse hasta cuatro y cinco machos unidos a la misma hembra.

Al final, una de ellas consigue atrapar a la hembra con un amplexo lumbar, y gracias a las máscaras adhesivas de las manos quedará enganchada a ella hasta completar la ración y fecundación. En esta situación, y con la ayuda del fuerte abrazo del macho, la hembra pone cientos o miles de huevos. El macho segrega al mismo tiempo espermio, cuando la fecundación se produce en el agua. Los huevos así eliminados tienen un diámetro aproximado de 2,5 mm y están protegidos por una tapa gelatinosa multigegada que se hidrata y infla nada más ser botados, siendo el diámetro del huevo y la tapa de 10-15 mm.

Los huevos eliminados tienen un diámetro aproximado de 2,5 mm y están protegidos por una tapa gelatinosa multigegada que se hidrata y infla nada más ser botados.

Todos los huevos se quedan en el fondo del agua formando una mordaza distintiva, y los postres negros que nacen al mes tardarán tres o cuatro meses más en crecer, en metamorfosis y en desembarcar. En esta época, las ranitas que dejan atrás el medio acuático y se dirigen hacia las hojarascas del bosque tienen una longitud aproximada de 10 mm.

La rana silvestre roja es una especie paleoarcaica de amplia extensión, eurosiberiana, cuyos hábitats principales se encuentran en medio montano. Si bien en el País Vasco se ha observado desde el nivel del mar hasta una altitud de 1.600 a 1.700 m, en los Pirineos también se ha localizado en zonas de 3.000 m. Sin embargo, las poblaciones más fuertes se desarrollan en zonas de pastos de hayedos, robledales, marojales y montes y zonas altas.

En cuanto al estatus poblacional del animal, éste es bastante bueno en zonas montañosas y altas. Por el contrario, el secado de los pozos y las charcas necesarias para que los animales puedan reproducirse a bajas altitudes les causa un gran perjuicio. Y por otro lado, el furtivismo también ha provocado un gran retroceso en esta elegante rana. Y es que, a pesar de estar legalmente protegida, se caza para comer, aprovechando para ello la época de reproducción (la más importante para el animal y la menos protegida).

FICHA TÉCNICA: ESPECIE RANA SILVESTRE ROJA:
Rana TemporeroFAMILIA:
RANIDOSORDEN:
CLASE ANUROS:
ANFIBIOS

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