Un virus amenaza los rebecos pirenaicos
2005/10/01 Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
El sarrio es uno de los símbolos de la fauna pirenaica. La Rupicapra pyrenaica pyrenaica es el nombre del grupo pirenaico, pero la especie se extiende desde la Cordillera Cantábrica hasta el Cáucaso. Sólo en los Pirineos viven unos 25.000 habitantes y, aunque es horrible, no es difícil verlos en montañas de más de dos mil metros. Sin embargo, en los últimos tiempos la población pirenaica está disminuyendo, sobre todo en el este. El principal sospechoso es un virus que provoca la muerte de los más frecuentes.
Según datos aportados por el departamento de medio ambiente de Cataluña en julio, el censo de los sarrios Cerdanya-Alt Urgell ha disminuido un 85,6% en el último año. De hecho, el año pasado se contabilizaron 563 ocasiones en este territorio y este año tan sólo 81. También se ha censado en la zona francesa, donde se ha perdido el 76% de la población. Más al este, en la reserva Cadí-Moixeró, se han recogido datos preocupantes. Si bien el año pasado había 2.363 ocasiones, ahora sólo hay 1.565. Esto supone la muerte de un tercio de los asiduos del territorio.
Científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona, junto con los de Andorra y Francia, analizan la causa de la muerte. Al parecer, el agente es un virus que afecta a los masivos. Las primeras huellas del virus tuvieron lugar en 2001. Fue entonces cuando aparecieron las primeras masacres asesinadas, en el Alt
Pallars. Al principio no sabían cuál era el agente, y ese fue el primer trabajo: identificar al agresor.
En el estudio de identificación del virus también participó NEIKER, Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario. Entonces vieron que era de la familia pestivirus, de la misma familia que el virus que provoca la peste clásica de cerdo. Los virus de esta familia también afectan a los animales rumiantes, y es muy parecido al virus de las ovejas el que ataca a los masivos.
El virus ovino causa graves problemas de reproducción, como abortos y malformaciones congénitas. Sarrio lleva los virus a la muerte. En opinión de Ana Hurtado, de NEIKER, “ser tan letal en los rebecos significa ser nuevo para los más frecuentes, ya que al no conocerse anteriormente, no tenían defensa. Por tanto, los animales están desprotegidos ante el virus”.
El virus afecta a las mucosas y deja los sarrios totalmente debilitados, pierden el pelo, tienen una pigmentación excesiva en la piel... Al final mueren. Según Ignasi Marco, de la Universidad Autónoma de Barcelona, “no podemos demostrar que el virus es el único causante de las muertes, pero los estudios parecen indicar que existe una relación directa entre el virus y la caída de los sarrios”.
La conclusión es totalmente preocupante. Teniendo en cuenta que el virus se transmite por aire, es prácticamente imposible tomar medidas preventivas. No hay vacuna antivirus, “¿y cómo vacunar a estos animales que viven en las rocas?”. Ignasi Marco cree que existe un gran riesgo de propagación de la epidemia porque “la cordillera pirenaica es una cordillera, no tiene cortes y vive con frecuencia”.
La peste ha hecho el primer brote al este, pero en cualquier momento puede cambiar de tendencia y venir al oeste. Por si acaso, los responsables de todos los territorios pirenaicos están atentos y los científicos trabajan juntos sumando fuerzas. La situación no es apacible.