Todos los virus no son malos
2007/09/08 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Los virus son los seres más simples. En la imagen, estructura del virus T4. (Imagen: Universidad Purdue)
Para ponernos en el lugar que se merecen los virus, lo primero que conviene es saber es que son propietarios de un secreto: descubren el origen de la vida. Esta es la visión con la que trabajan los científicos. Ya no son considerados como parásitos nocivos, sino como claves para entender el origen de la vida. Probablemente son la base de la célula.
De hecho, los virus son los seres más simples. Sólo contienen material genético (ADN o ARN) y un envoltorio proteico (cápsida) que lo rodea. Sin la "ayuda" de otro ser vivo, no son capaces de reproducirse, por lo que para algunos los virus no son vivos. Al margen de esta cuestión, es innegable que, si no están dentro de otro ser vivo, son inertes, sin vida. Pero son capaces de avanzar.
Son totalmente parásitos y, para reproducirse, deben entrar primero en el interior de una célula. Posteriormente, utilizan los componentes de la célula para elaborar su material genético y cápsida, generando nuevos ejemplares de virus dentro de la célula. En ocasiones, este proceso es perjudicial para la célula y, por tanto, para todo el organismo. Se dice entonces que el organismo está infectado y la medicina trata de averiguar las vías para evitar y superar la infección.
Los seres más primitivos
Pero desde otro punto de vista, es admirable avanzar con tan pocos ingredientes. Sólo tienen una base fundamental, y por eso los científicos creen que pueden ser la raíz del árbol genealógico de los vivos. Su material genético es especial: aunque el resto de los seres vivos se basan en el ADN, algunos virus almacenan su material genético a través de una molécula más simple que el ADN, que es el ARN. Por lo tanto, parece que son los seres más primitivos, es decir, los primeros vivos.
Además, el ADN de los virus con ADN es diferente al resto de los seres vivos. El ADN está formado por cuatro bases, una de ellas es la timina, excepto en los virus. Una de las principales diferencias entre el ARN y el ADN es que los virus sustituyen al urazilo. Así, según varios investigadores, los virus son la impresión inventora del ADN.
Además de ser protagonistas de los primeros pasos de la vida, parece que más tarde tuvieron una importante participación en la evolución. Los primeros seres vivos eran unicelulares y, en su caso, la célula eucariota que se formaría a partir de un organismo unicelular infectado por un virus, es decir, el tipo de célula que contienen animales, plantas y hongos, más compleja que la anterior. Así que de alguna manera debemos a los virus.
Sólo esa E: gran parte de nuestro ADN son herencia de virus. Es decir, muchos de nuestros genes son restos de virus. Incluso han sido fundamentales en la evolución humana. De hecho, los organismos que han sido capaces de hacer frente a los ataques de virus han perdurado y los demás se han perdido.
Además, los virus tienen una gran influencia en las funciones fisiológicas más importantes de los organismos que los infectan, como el desarrollo del embrión y la respuesta inmunológica. Así, entre otras cosas, el embrión se desarrolla como consecuencia de la influencia de los virus y funciona como lo hace el sistema inmunológico y no de otra manera.
Por otro lado, aunque parezca paradójico, los virus nos protegen de las enfermedades. Hay que tener en cuenta que hay 10 31 virus diferentes, la diversidad de virus es mayor que la suma de todos los seres vivos de otros reinos. Pues bien, sólo algunos de ellos son patógenos, en concreto unos 200 son nocivos para el ser humano. Pero otros muchos son beneficiosos. Y es que la expresión “los enemigos de nuestros enemigos†son nuestros amigosâ€? es perfectamente correcta cuando hablamos de virus.
Usar en beneficio
Los investigadores están aprendiendo cómo utilizar los virus en nuestro beneficio. Algunos virus, los bacteriófagos, son en realidad enemigos de las bacterias y los médicos empiezan a utilizarlos en algunos tratamientos en lugar de los antibióticos. Se está demostrando que también pueden ser útiles contra el cáncer. Los parbobirus, por ejemplo, no dañan, pero han visto que son capaces de destruir las células tumorales; ahora sólo les falta saber cómo utilizarlas.
Por último, son una valiosa herramienta de terapia génica, ya que los investigadores la utilizan como transportadores de genes. De hecho, cuando quieren introducir un gen extraño en el genoma de una célula, éstos utilizan los virus para transportar e insertar el gen.
Cuanto más investigamos, más aspectos positivos están encontrando los investigadores en los virus. ¡Sin embargo, les costará desprestigiar al conjunto el SIDA y otros virus perjudiciales!
Publicado en Gara.
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