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La vida es de izquierdas

2001/02/16 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Uno de los misterios de la biología está relacionado con los espejos. Porque muchas moléculas biológicas formadas por átomos iguales son figuras de espejos, como las manos. Tienen los mismos átomos pero no son iguales y sus propiedades también son diferentes. Las proteínas de todos los seres vivos, incluidas las bacterias y los seres humanos, están hechas de aminoácidos "de izquierdas", mientras que las hélices de adn son "derechas". Pero, ¿por qué?

Según un estudio reciente, la unicidad está relacionada con el origen de estas moléculas. Tal y como se ha publicado en la revista Nature, es fruto de la estrategia que idearon para sobrevivir en la sopa original en la que nacieron. Sólo las moléculas capaces de multiplicar consiguieron avanzar y hasta hoy han repetido el mismo modelo.

Las moléculas que forman los materiales orgánicos sintéticos están formadas por la mitad izquierda (L-enantiomero) y la otra mitad por la derecha (D-enantiomero), es decir, aunque tienen la misma forma, la configuración que adquieren en el espacio es como si reflejo de la otra. La vida, sin embargo, está hecha de L-aminoácidos y por esta característica se dice que son homocirales.

Los investigadores han utilizado péptidos, es decir, partes de proteínas, para averiguar por qué el mundo biológico está sujeto a la homociralidad, y han demostrado que los resultados se decantaron por la capacidad de las moléculas homoquirales de multiplicar fácilmente.

Para demostrarlo se han utilizado cuatro fragmentos de péptidos, cada uno de ellos compuestos exclusivamente de aminoácidos D o L. Se han mezclado los péptidos y se han analizado las combinaciones que se producen.

El resultado ha sido significativo, ya que casi todos los productos obtenidos han sido homocirales. Una vez constituidas, actúan como modelo acelerando su proceso de multiplicación. Por el contrario, las moléculas heterocirales no han mostrado esta estrategia de multiplicación.

Esta investigación sugiere que en los inicios de la vida no era imprescindible que la materia de los tipos L y D estuviera exagerada, ya que las moléculas homoquirales desarrollaron una estrategia de multiplicación abundante.

Parece que los péptidos homoquirales con capacidad de multiplicación desempeñaron un papel fundamental en el inicio de la vida, y que este tipo de moléculas biológicas se han impuesto porque esta capacidad dependía de la homocidad. Sin embargo, todavía no saben por qué fueron elegidos los L-aminoácidos y no los de la derecha.

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