Dèjá-vu, la sensación de haber visto ya
2008/01/30 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Émile Boirac, parapsicóloga y impulsora francesa del esperanto, dio nombre a esta sensación en el XIX. A finales del siglo XX, y desde entonces, han analizado ’ desde expertos en diversas disciplinas: psicólogos, neurólogos, parapsicólogos, videntes... Al parecer, al tratarse de un fenómeno tan curioso, los pseudocientíficos también han querido dar una explicación.
Sin embargo, la ciencia también se ha preocupado por ello, y aunque no tiene una explicación sencilla, los investigadores cada vez conocen mejor el mecanismo que genera esa sensación. El neurólogo Susumu Tonegawa del Instituto de Tecnología de Massachusettes (MIT) ha liderado la última investigación publicada. Tonegawa, Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1987, lleva más de diez años estudiando la participación del hipocampo en la memoria.
El hipocampo es una parte del cerebro que está relacionada, entre otras cosas, con la memoria episódica. La memoria episódica crea recuerdos de tiempos, lugares y acontecimientos conocidos por la experiencia. Pues bien, según la investigación realizada por Tonegawa, parece que la sensación dèjá-vu se debe a un error del hipocampo. También ha aclarado en qué parte del hipocampo se produce el error, que es la parte que separa lugares y experiencias similares pero diferentes.
Además de desentrañar la esencia de esta extraña sensación, la investigación puede abrir nuevas vías para ayudar a quienes padecen pérdidas en la memoria episódica por enfermedades como la edad o el Alzheimer.
Ratones mutantes
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de Tonegawa ha utilizado ratones mutantes, ratones modificados genéticamente. A los ratones se les bloqueó el gen correspondiente a unos receptores clave en el aprendizaje y la memoria (receptores NMDA), comparando su comportamiento con el ratón más común.
En el experimento se colocaron los dos tipos de ratón en una caja. Kutxa disponía de un suelo metálico y tras un tiempo para acostumbrarse al lugar y crear la memoria del lugar, les dieron una pequeña descarga eléctrica en las piernas a través del suelo.
Al día siguiente los colocaron primero en la misma caja de la víspera y luego los llevaron a una caja similar. El otro era casi igual, pero tenía un olor diferente, y el aspecto del techo y el material del suelo eran ligeramente diferentes.
Al meterse en la primera caja, y recordando la descarga eléctrica, todos los ratones empezaron a vibrar con miedo. Cuando se llevaron a la segunda caja, los ratones normales se tranquilizaron, pero los mutantes no, los mutantes también se asustaron allí.
Según Tonegawa, los ratones mutantes no eran capaces de separar las dos cajas. Cuando las cajas son muy diferentes, todos los ratones se dan cuenta de la diferencia, pero si son similares, los ratones mutantes no se dan cuenta. Para demostrarlo mejor se colocaron electrodos a los ratones y se estudió en profundidad la actividad del hipocampo.
Parece, por tanto, que la sensación dèjá-vu se produce cuando en el pasado hemos estado en un lugar similar o hemos vivido una experiencia similar y en el presente tenemos dificultades para tomar conciencia de estas diferencias.
Con este estudio han demostrado, además, que el funcionamiento del gen correspondiente al NMDA es fundamental para diferenciar memorias de experiencias similares pero diferentes. Consideran que la investigación puede servir para ayudar a las personas con pérdidas en la memoria episódica por enfermedades como la edad o el Alzheimer.
Publicado en Zazpika
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