“Los científicos somos muy optimistas porque pensamos que encontrar respuestas siempre es posible”

2020/06/01 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria

• Kimika

En la década de los 80, cuando estudiaba química en la Universidad de Zaragoza, me sorprendió comprobar que la química estaba en el centro de otras ciencias. Casi todo tenía que ver con la química: nuevos materiales (plásticos, aleaciones…), catalizadores, etc. Pero también me di cuenta de que la química era imprescindible para dar respuesta a preguntas profundas. Por ejemplo, en esos años el origen de la vida estaba atrayendo mucha atención y era claro que la respuesta debía ser química. La sociedad necesitaba nuevos medicamentos: antibióticos, moléculas contra el cáncer… Y el problema de la energía estaba en pleno apogeo y los materiales fotovoltaicos estaban empezando a cobrar importancia… Al mismo tiempo, me di cuenta de que la imagen pública de la ciencia, sobre todo la química, era cada vez peor. Para mí esto era incomprensible, porque los resultados y las ventajas de la ciencia estaban al descubierto. Por desgracia, creo que hoy en día este problema es más grave.

La verdad es que las preguntas principales no tienen respuesta. Pero esto no es una mala noticia, creo que se trata sobre todo del encanto de la ciencia: dar respuesta parcial a cada pregunta, sólo para crear la siguiente.

En este sentido, los científicos somos muy optimistas, porque pensamos que encontrar respuestas siempre es posible. La naturaleza nos dirá si este optimismo estaba justificado o no. Y es que no debemos olvidar que las preguntas y necesidades de hace cuatro décadas siguen estando con nosotros.

En cuanto a nuestra investigación, estamos trabajando en tres líneas principales que son totalmente diferentes desde el exterior. Por un lado, se han inventado nuevos catalizadores, denominados EHU-Phos, para la elaboración de nuevos productos de gran interés. Por otro lado, junto con los físicos de partículas, hemos terminado una investigación para saber por qué este universo está hecho de materia y no de antimatería. Por último, con la ayuda de biólogos y médicos estamos desarrollando moléculas terapéuticas de última generación. Realmente nos gustaría que estas nuevas moléculas fueran útiles. En cualquier caso, esperamos que el conocimiento adquirido con estas investigaciones suponga un pequeño paso.