"Para ser físico no hace falta ser un genio y no hace falta una vocación especial"
2023/10/06 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
Con Sara Fernández Uria, no aparece mucho. Fernández no ha sorprendido por ello: "En definitiva, no tengo tantas obras publicadas", ha aceptado. Pero, más allá de su nombre, es innegable la discriminación que sufren las mujeres físicas, y así lo ha señalado Fernández: "Es verdad que no sólo hay pocas mujeres físicas, sino que las hay, por eso seguro que falta mucha información de Google al respecto. ¡A ver si lo arreglamos! ".
De hecho, comenzó a estudiar física en la universidad "un poco sin querer". Desde siempre le han gustado las matemáticas, la naturaleza, la tecnología... y al principio tenía intención de hacer alguna ingeniería. Pero justo cuando tenía que entrar en la universidad, crearon el doble grado de Física e Ingeniería Electrónica, y como era nuevo, se eligió.
"Ya en el primer año me di cuenta de que lo que realmente me gustaba era la física. ahora, con el tiempo, me he acordado de que los que más me gustaban en la escuela eran matemáticas y física. Pero no sé si me parecía muy difícil, que no sería capaz de hacerlo, y por eso no me atreví. Y creo que la brecha de género que hemos mencionado antes en física está muy relacionada con eso, con el mito del genio. La idea que tiene la sociedad es que para ser física tienes que tener unas capacidades especiales, que no es suficiente con trabajar mucho, y, junto con la educación que recibimos las chicas, esto dificulta que una chica de 16 a 17 años elija física".
Además, Fernández cree que estar tan mitificado aleja la física de la sociedad. Sin embargo, él avanzó y se dio cuenta de que la gente de carrera era como ella. Además, tenían un ambiente muy bueno y se ayudaban mucho.
Y así llegó a la cosmología. "Fue sin pensar demasiado. A lo largo de la carrera tenía claro que lo que más me gustaba era la física teórica, y al elegir el trabajo fin de grado hablé con un profesor (ahora mi director de tesis), porque él nos dio una asignatura muy teórica, pero en realidad no tenía muchas ideas de cosmología. Este trabajo me gustó mucho y me propuso hacer una tesis doctoral. Así fue".
En este sentido, Fernández quiere dejar claro que la vocación no es absolutamente necesaria para ser física. No niega que algunos tengan una fuerte vocación, pero cuando era joven se aprieta mucho con ella porque creía que tenía que tener una pasión o una vocación especial. "Y lo que pasa es que no tenemos la oportunidad de conocer lo que nos gusta y saber qué queremos hacer para saber que hace falta tiempo. Tenemos que ir probando las cosas, y ese ha sido mi caso, por ejemplo, así he llegado primero a la física y luego a la cosmología".
En el mundo de la gravitación cuántica
En concreto, investiga en el campo de la gravitación cuántica. Explica que se trata de conjugar la gravitación con la física cuántica. "Utilizamos la gravitación sobre todo para explicar la física a gran escala, por ejemplo, el movimiento de los planetas; y la mecánica cuántica para describir a pequeña escala, por ejemplo, cómo se mueve un electrón".
Pone un ejemplo de un fenómeno en el que ambos confluyen: agujeros negros. "Los agujeros negros tienen una gran masa y crean entonces un campo de gravedad muy violento. Pero al mismo tiempo, al abarcar un volumen muy reducido, también necesitamos una mecánica cuántica". Hoy en día, sin embargo, los físicos no pueden unir ambas teorías. Aunque su tema es mucho más específico, Fernández investiga en este campo.
A partir de ahora, aunque quiera seguir profundizando en ello, ve muy difícil, porque la vida del investigador es muy precarizada. Por lo tanto, aunque quisiera hacer un postdoctoral, no sabe si conseguirá avanzar. "Mi sueño sería conseguir una plaza en la universidad y ser profesor porque doy clases y me gusta mucho. Pero es difícil, muy difícil", afirma.
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