Secretos sociales de los fósiles
2001/02/05 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Joel Berger de la Universidad de Nevada y otros compañeros de Estados Unidos y Mongolia han basado su trabajo en ungulados, es decir, ciervos, vacas, caballos, etc. Teniendo en cuenta si viven o no en grupos de individuos de un solo sexo, estas especies presentan una amplia gama de comportamientos sociales.
Estas diferencias se manifiestan cuando todo el grupo muere a la vez (sumergido en un pantano, caído a un lago helado o atrapado por una erupción volcánica). De este modo, Berger explica que en un yacimiento de especies hoy desaparecidas se les ocurrió algo así y, analizando la organización del grupo, podemos deducir su comportamiento.
En algunas especies de ungulados los machos y las hembras son diferentes en tamaño y adaje, lo que se conoce como dimorfismo sexual. Estas especies tienden a vivir en grupos monoparentales, donde los machos y las hembras sólo se reúnen a la hora de buscar pareja. Por lo tanto, las víctimas de muerte colectiva son de un sexo u otro.
Así, parece lógico extrapolar de los seres vivos a las especies desaparecidas y establecer una relación entre la organización sexual y el dimorfismo que aparece en las huellas. Sin embargo, hay que tener en cuenta otros factores como el hecho de que al cruzar un río en el Parque Nacional Serengeti de África, jóvenes y vulnerables tendrán más posibilidades de morir.
¿Este modelo también es válido en los dinosaurios? Aunque en cierta medida podría ser aceptable, dado que en la actualidad no hay parientes vivos y no se puede prever dónde buscar las respuestas, es muy difícil asegurar nada.
Peter Dodson, de la Universidad de Pennsylvania, afirma que los dinosaurios también sufrían muertes colectivas y cree que el trabajo de Bergers puede ayudar a interpretar mejor los fósiles.
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