Genoma pequeño para volar
2007/05/01 Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
En general, el genoma de las aves es menor que el de los mamíferos y reptiles. Parece que esto tiene que ver con la capacidad de volar, pero ¿cómo? ¿Cuál es la causa y cuál es la consecuencia? ¿Volar hace el genoma más pequeño o vuela porque tenían un genoma pequeño? Algunos paleontólogos han descubierto que la opción correcta es la segunda, es decir, que en la evolución el genoma se redujo antes de que las aves vuelen.
Para averiguarlo, se analizaron los fósiles de los antepasados de las aves, algunos dinosaurios, que tenían un genoma pequeño o grande que se puede ver en sus huesos. El genoma mismo no se ve en los fósiles, pero sí en el tamaño de las células, y los de pequeño genoma desarrollan células pequeñas. De hecho, en los fósiles han visto que los antepasados de las aves tenían células pequeñas. Es más, las células se redujeron en un momento evolutivo, 60 millones de años antes de la aparición de las aves. Según los científicos, en los antepasados de las aves desaparecieron las partes repetitivas del genoma, con lo que las células se redujeron.
Cuanto más pequeñas son las células, mayor es su superficie respecto al volumen interior. Esto tiene una gran influencia en la actividad de la membrana celular: las moléculas entran y salen rápidamente de la célula, obteniendo un metabolismo rápido. Todo ello queda patente en las aves actuales, especialmente en aquellas que no han dejado de volar. Los avestruces, por ejemplo, tienen más genoma que las aves voladoras. Está claro que para volar hay que tener un genoma ligero.
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