En pastos de alta montaña, chirta de montaña
1995/09/01 Elosegi Irurtia, Migel M. Iturria: Elhuyar aldizkaria
Todos los aficionados a la ornitología y las aves que he conocido hasta ahora tienen un cierto problema que podríamos llamar el “pájaro más común”. A pesar de que estas personas, incluido el autor del artículo, pueden conocer la mayoría de los rapaces y/o aves de colores llamativos a largas distancias, tienen muchas dificultades para clasificar los paseriformes pardos.
La razón de este problema, por supuesto, es fácil de entender. Existen varios pájaros de diferentes especies, pero similares en color y tamaño. Pájaros, cariños, pirrípedos, voladizos, tuntas, gorriones y zarzas podrían formar parte del grupo de aves que pueden causar el problema de los “pájaros”. En consecuencia, y más que cuando queremos identificar cualquier otra especie animal, habrá que tener en cuenta otras características para poder clasificarlas. Por ejemplo, comportamiento, canto, hábitat, época del año, etc.
A primera vista se trata de un pájaro pardo sin llamativos plumajes de montaña. Su aspecto es esbelto y su cola es bastante larga. Dentro de esta especie se distinguen dos subespecies: la costera ( Anthus spinoletta petrosus ) y la de montaña ( Anthus spinoletta spinoletta ). En Euskal Herria sólo aparece el segundo. Por lo tanto, el primer punto de partida para conocer esta especie es que ésta no pertenece a estos animales que aparecen por todas partes.
Como su nombre indica, la chirta de montaña vive en el monte, en los pastos altos y limpios. Le gusta la hierba corta y las zonas sin árboles, y también se puede encontrar en las montañas rocosas y en las argomales. Aunque se puede ver en estos lugares entre primavera y otoño, hacia el invierno desciende de arriba abajo en busca de zonas más templadas y aparece alrededor de los humedales y en la costa. Por lo tanto, no tiene mucha tendencia a migrar, pero algunos expertos lo consideran un migrante parcial.
Como ya se ha mencionado anteriormente, este paseriforme no tiene colores llamativos. El único color que puede considerarse llamativo es el que tienen las plumas a ambos lados de la cola, que son blancas. Por lo demás, tanto en los machos como en las hembras, predominan los colores pardos y grises excelentes para mimetizar. La ceja es blanquecina, como el vientre y las partes inferiores. El dorso es de color pardo claro y gris. El pecho suele ser blanquecino y rosado en época de cría. En la zona invernal, sin embargo, tiene restos pardos en el pecho.
Quizás estos datos no sean suficientes para diferenciarse de otras especies de virutas, pero la chirta de montaña es algo mayor que las otras de género, de 16-17 cm, y su peso oscila entre los 21 y los 30 gramos. Pico más largo y oscuro. El distintivo más claro es el color de las patas, mientras que en otras salvas es claro, en esta especie suele ser oscuro. A aquel que estás pensando que es casi imposible ver el color de las piernas a un pájaro de 16 cm que huye asustado por nosotros, y que con ello no se puede diferenciar, te damos toda la razón. No obstante, añadiendo las siguientes características es más fácil conocer este pájaro.
El canto típico de la colina (que suele ser una llamada a modo de “tsiip”) no tiene la misma melodía que el resto de las chozas. El canto nupcial de este motazílido, al igual que en otras aves, es espectacular, además de una buena escucha. Vuela por la Tierra y baja cantando de arriba a abajo. El final de este curioso vuelo se produce en el suelo o en una pequeña cumbre. Y eso, precisamente, lo separa de la salida veraniega ( Anthus trivialis), que empieza en el árbol y termina en él el canto. Algunos alaudíes pueden tener un vuelo similar en el celo, pero, junto a las diferencias de los cantos, las grandes alas de las aves de esta familia son diferentes virutas.
La cría se realiza entre abril y julio. Nidifica con musgos, hierbas y pelos y se encuentra en el suelo o en alguna de las grietas escondidas del tramo rocoso. En su interior se colocan entre 4 y 5 huevos rojizos dibujados de machos y 21 mm. Después de 2 semanas de calentamiento de las hembras, nacen los pollos, y con ayuda del macho pastan las crías durante 2 semanas más hasta que se cuecen y dejan el nido. Estos pollitos se parecen a adultos cuando dejan el nido y 15 días después sólo tienen que abandonar la protección de sus padres y enfrentarse a la vida. Comienzan a crecer con un año y tienen una supervivencia máxima de 9 años.
Las salidas al monte se agrupan en parejas o grupos familiares y en invierno en pequeños grupos. Por otro lado, en el suelo suben y bajan insectos, moluscos, crustáceos y caminan en busca de alguna semilla.
En el País Vasco, el piso de las regiones montañosas es una de las especies más abundantes en el subalpés y alpino. Su altitud supera los 1.000 m y en la zona pirenaica asciende hasta los 2.000 m. En la región atlántica se puede descender hasta 700 metros si se dispone de un hábitat adecuado. Continuando hacia el sur, en la zona subcantábrica y mediterránea apenas nos encontramos más de 1.200 metros. En cuanto a la distribución de esta especie paleoártica en Europa, aparece en la zona boreal y en las zonas templadas y mediterráneas: Pirineos, Cordillera Central, Alpes, Apeninos y Montes balcánicos.
Trabajando de vez en cuando uno de estos pájaros de colores pardos, somos capaces de dominar el conocimiento de estas especies de difícil identificación. Pero... tranquilo, no pude conocer en absoluto el último “pájaro pardo” que yo había visto, y sólo tuve la oportunidad de asegurarme de que la viruta del monte no era otra cosa que una realidad. ¡Para empezar hay algo!
Especie: Anthus spinoletta spinoletta |
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