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Cajas nido para aves

2001/04/01 Pérez de Ana, Juan Manuel Iturria: Elhuyar aldizkaria

Entre 1991 y 94 se ha investigado el uso de diversas cajas nido para la reproducción de aves. En el artículo expondremos los resultados y conclusiones de la investigación, algunas de las cuales son muy positivas y que pueden ser utilizadas para conocer cómo y dónde colocar las cajas nido.
Tipos de cajas nido: Caja nido tipo "txantxangorri" de conglomarato. Caja nido tipo "Urubi", conglometida. Caja nido tipo "Halcón Rojo" conglomerado. Caja nido tipo "parido" conglomerado. Caja nido de corcho. Nido tipo "gerri-txori" en caja conglomerado. Caja nido tipo "murciélago" conglomerado.
J.M. Perez de Ana

Algunas de las numerosas especies de aves que habitan en los bosques y plantaciones forestales del País Vasco son las trogloditas, es decir, nidifican en huecos arbolados. Los pájaros, por ejemplo, ahogan en los agujeros de la moqueta. Pero la mayoría de las especies de aves nidificantes que nidifican en los orificios no son capaces de realizar su propio orificio y deben buscar el orificio adecuado para su nidificación.

Entre ellos se encuentran el carbonero grande, el carbonero de pino, el carbonero pequeño, el amilotx azul, el amilotx moñudo, el pajarito común, el garrapo o el cuello.

La disponibilidad de orificios naturales es muy importante, hasta el punto de que la densidad de las aves silvestres trogloditas depende de la densidad de los orificios, aunque por encima de la densidad mínima de orificios se ven afectados otros factores como la alimentación o la territorialidad. Además, no todos los orificios naturales son adecuados para la nidificación. Deben ofrecer seguridad ante los depredadores o los parásitos no deberían condicionar el éxito de la reproducción. En definitiva, los orificios naturales adecuados son un recurso escaso y las aves deben competir por un agujero.

Además de la nidificación de las aves en los orificios de los árboles, se refugian muchos otros animales. Como el lirón gris y el ratón liso. En los bosques antiguos abundan los huecos, pero la mayoría de los bosques actuales de Bizkaia y Gipuzkoa son bosques jóvenes y plantaciones forestales. Por ello, los orificios adecuados para la reproducción de las aves silvestres son muy escasos: cortan los árboles antes de que aparezcan los orificios y, además, las podas impiden la formación de orificios. Eso es lo que hace muy difícil encontrar algún agujero adecuado y, si no se encuentra, el fracaso de la reproducción se puede convertir en demasiado grande para mantener poblaciones viables. Por ejemplo, si los agujeros no ofrecen seguridad frente a los depredadores.

Cajas de nido artificiales

Nido tipo "parido" en caja conglomerado.
J.M. Perez de Ana

Los seres humanos hemos fabricado cajas nido para ayudar a las aves. Las cajas nido son cajas de madera o de corcho que pueden sustituir los orificios naturales y se ubican en lugares donde no existen orificios propios o son muy escasos. El uso de cajas nido depende de la demografía, la distribución de aves y la abundancia de orificios naturales.

Con cargo a la Diputación Foral de Bizkaia, en el primer trimestre de 1991 colocamos en nueve lugares diferentes 1.950 cajas nido de diferentes tipos de conglomerado. Dos años y medio después, en el último trimestre de 1993, colocamos en quince lugares 1.172 cajas nido de corcho de un solo tipo (Tabla 1). Por un lado, colocamos las cajas nido conglomerado de 3 a 4 metros. Las cajas de nido tipo “Gerri-txori”, “Txantxangorri” y “Saguzar” las colamos con clavos de hierro en los troncos y otras con claves metálicas.

Para evitar la influencia de las lluvias y los vientos más fuertes, los pusimos en dirección este y sureste. Durante los últimos trimestres de 1991, 1993 y 1994 realizamos el seguimiento de las aves reproductoras y la inspección de las cajas. Por otro lado, las cajas de nido de corcho fueron cosidas con clavos de acero, colocados de 4 a 5 metros. Inspeccionamos las cajas en los últimos trimestres de 1993 y 1994 y realizamos el seguimiento de las aves durante la época reproductiva de 1994.

La densidad de caja se mantiene en todas partes. El seguimiento de la época reproductora nos permitió conocer qué especie reproductora utilizó cada tipo de caja de nidos. Tras la época de reproducción, tras la inspección de las cajas nido, se conoció el grado de utilización, es decir, el porcentaje de las cajas que contenían el nido. Los nidos encontrados en las cajas fueron retirados el año siguiente para facilitar el uso de las cajas nido.

Uso de cajas nido

El uso de las cajas nido de corcho fue del 20,83% y del 25,00%, teniendo en cuenta y sin contabilizar las cajas de nido desaparecidas, respectivamente. La utilización de cada tipo de caja conglomerado se puede observar en la Tabla 2 y tanto en las cajas de cada tipo como en la Tabla 3 realizada por especies de aves.

Lirón gris en el interior de la caja nido de corcho.
J. M. Perez de Ana

De los siete tipos de cajas nido conglomerado, sólo tres tuvieron un alto grado de utilización: “Gerri-txori”, “Parido Txiki” y “Parido Grande”, los más adecuados para aquellas aves (aves trogloditas) que puedan tener dificultades para nidificar en bosques jóvenes y plantaciones forestales. Las cajas nido tipo “Saguzar”, “Belatz gorri” y “Urubi” no tuvieron el éxito esperado, ya que ni los murciélagos ni los halcones rojos o urubis los utilizaron. Además, en general, el grado de utilización fue muy bajo, así como el tipo “Txantxangorri”. Las cajas de tipo “Cernícalo rojo” y “Urubi” que pusimos eran muy pequeñas y, una vez concluida la investigación, otro tipo de urubia tuvo mucho éxito, probablemente porque era mucho más grande.

El porcentaje de cajas conglomeradas desaparecidas o rotas fue a tener en cuenta: 10,90% en la revisión de 1991, 59,85% en 1993 y 74,46% en 1994. Es decir, sólo una cuarta parte de las cajas nido duraron cuatro años. Las cajas nido clavadas en los troncos duraron más tiempo, sobre todo las de tipo “Gerri-txori” y “Txantxangorri”. Hemos detectado que el conglomerado de fibrapán es muy inadecuado. De hecho, el fibrapán absorbe el agua y los clavos de hierro se oxidaban y se rompían. Finalmente, las cajas nido se agrietaban y caían.

Las aves más ganadoras fueron el carbonero grande y el amilotx azul, principalmente gracias a las cajas nido “Gerri-txori”, “Parido txiki” y “Parido handi”. La caja tipo “txantxangorri” es adecuada para los txantxangorris y pájaros moscas grises. Sin embargo, estas especies no tendrían ningún problema en encontrar lugares adecuados, ya que no son aves trogloditas estrictas, por lo que pueden nidificar en otros lugares.

Caja nido tipo "Urubi" conglomerado.
J.M. Perez de Ana

El grado de utilización de las cajas nido de corcho fue similar al de las “Parido” conglomeradas, pero a diferencia de las cajas nido de corcho, las de conglomerado se agrietaban y caían por la lluvia.

También analizamos el porcentaje de uso de las cajas de corcho en función del hábitat. Al margen de las desaparecidas cajas nido (193) y las existentes en hábitats heterogéneos (153), se consideraron 826 cajas nido situadas en cinco plantaciones forestales y dos bosques naturales (Tabla 4). El porcentaje de utilización de las cajas nido era muy variable en función del hábitat. Las plantaciones forestales eran muy jóvenes y los árboles se cortan antes de que aparecieran los agujeros. En los encinares los árboles también eran muy jóvenes. En los robledales, por el contrario, los más antiguos.

Utilizando bioestadísticas (ji cuadrada, p 0,05, n=6) se observó que dependía del hábitat del grado de utilización de las cajas (Tabla 4). Sorprendentemente, aunque el robledal es el hábitat con mayor número de huecos naturales, eran los que tenían un mayor porcentaje de utilización de las cajas. De hecho, el porcentaje de utilización de las cajas nido depende de la densidad de las aves trogloditas y de la abundancia de orificios naturales que presentaban los robledales, que permitían la utilización de cajas nido con gran cantidad de aves. Además, conociendo el comportamiento filopátrico (propensión a reproducirse en el lugar de nacimiento), es posible que muchas de las aves nacidas en robledales hayan nidificado en cajas nido de un mismo robledal.

Por otro lado, en los hábitats de baja densidad de aves trogloditas, probablemente asociados a plantaciones forestales, se reducirá el número de aves dispuestas a utilizar cajas nido, lo que explicaría el escaso uso de otros hábitats. En otros estudios también se ha demostrado que el uso de cajas nido aumenta progresivamente con el paso de los años (a medida que se produce la proliferación de aves en los grupos forestales) y que en las plantaciones forestales a menudo no se alcanza la densidad y diversidad de aves en el bosque natural. En nuestra investigación la sorpresa más agradable fue encontrar lirones grises.

En 1991, en una repoblación forestal de pino silvestre con numerosos quejigales en el macizo de Salbada, encontramos dos lirones grises en una caja de nido conglomerado y otros dos en una caja de nido de conglomerado en una plantación forestal de pino laricio de Gorbeia, muy cerca de un hayedo. El 1 de noviembre de 1994 en las cajas nido de corcho encontramos numerosos lirones en los alisos y hayas junto al arroyo de Karrantza.

Caja nido de corcho.
J.M. Perez de Ana

Encontramos diez lirones grises en ocho cajas nido. Otras dos cajas nido estaban llenas de cortezas de castañas. Parece ser que el alimento más importante en este lugar son las castañas. Por otro lado, en los robledales del mismo municipio, se encontraron también seis ratones de sauce.

Por último, diríamos a quien quiera hacer y colocar cajas de nido que, además de las rotas por personas muy poco respetuosas, también es posible encontrar cajas de nido rotas. Nosotros encontramos 50 cajas nido conglomerado (5,11% de las existentes en los árboles en las revisiones) rotas con picoteo, según la bioestadística, con una posición contaminante (tendencia a aparecer juntas).

De hecho, en los cuatro grupos de cajas de nido (9,98% de las cajas de nido instaladas) el 68,00% apareció rotulada con picoteo. De esta caja de 50 nidos, a 11 se hallaba el nido y los otros estaban vacíos. Aunque no lo certificamos, es posible que la causa de los daños sea el pájaro grande, ya que en época reproductiva este ave come a menudo huevos y pollos de aves. Además, la caja nido aprende a relacionarse con posibles presas.

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