Reciclaje de residuos orgánicos
2008/10/01 Kortabitarte Egiguren, Irati - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
Se puede decir que el hábito de reciclar papel y plástico está bastante extendido. Los residuos orgánicos que se generan en la basura doméstica, en los jardines, en algunas empresas, etc., siguen siendo vertidos directamente al vertedero. Pero las cosas están cambiando. En la actualidad se está produciendo una tendencia a la reutilización de estos residuos, que se han empezado a utilizar de forma industrial. Un ejemplo de ello son, entre otros muchos, estos dos proyectos en Bizkaia.
Compost
La futura planta de compostaje de Artigas en Bizkaia tratará principalmente los restos orgánicos que quedan en la poda y jardinería de Bizkaia. El compost de esta planta se utilizará para jardinería y agricultura. A través de este y otras instalaciones más pequeñas que se van a realizar en otras comarcas del territorio, el objetivo para el año 2016 es compostar el 4% de los residuos primarios generados en Bizkaia (entre 32.463 y 36.277 toneladas anuales).
Pero, ¿en qué consiste el proceso de obtención del compost? En primer lugar, los camiones que llegan a esta instalación se registran para completar el control de los datos. Según las instrucciones del personal de la instalación, los camiones depositan los residuos en los lugares habilitados para ello. Antes de empezar nada, todo este material es descomprimido y revisado. De esta forma, se transfiere el material inadecuado recibido a los contenedores correspondientes para su correcta gestión.
Para regular la calidad de los residuos que serán admitidos en la planta de gestión de residuos se elaborará un catálogo de criterios. Desde la pala se trasladan los residuos a la máquina trituradora donde se tritura hasta conseguir el tamaño deseado. La reducción de los residuos aumenta considerablemente la superficie de estos materiales facilitando el posterior proceso de compostaje. Para la salida de la máquina trituradora, un separador magnético atrae a los posibles componentes magnéticos presentes en el material.
El compost puede sustituir el 8% de los fertilizantes básicos de la agricultura. De esta forma, se cuidan las reservas con fosfatos, cada vez menos abundantes, y se reducen los gases de efecto invernadero generados en la producción de fertilizantes minerales, entre otros. Además, el compost permite un continuo aumento de la sustancia orgánica en los suelos.
Se prevé que en los próximos años la demanda de compost aumente considerablemente. El compost es una buena opción para mejorar la calidad de las capas superiores del suelo. Mediante pruebas realizadas en Alemania a principios de los años 90 se comprobó que el compost puede utilizarse correctamente incluso en profundidades de hasta 50 cm. Mejora la estructura de la capa superior del suelo, favoreciendo a las plantas con raíces poco profundas, y a largo plazo contribuye a reducir las emisiones de metano.
Tratamiento mecánico biológico
El tratamiento mecánico biológico es una tecnología que permite el pretratamiento y la utilización especial de las fracciones orgánicas de los residuos sólidos urbanos. El objetivo principal es la inertización de los residuos, eliminando las contaminaciones a la atmósfera (biogás) y al suelo (lixiviados).
La planta de tratamiento mecánico biológico diseñada en Bizkaia podrá tratar 180.000 toneladas al año. El proceso consta de cuatro pasos: recepción de residuos, tratamiento mecánico, secado o curado y separación de inertes.
El ciclo completo dura entre seis y diez días. Durante la recogida de basuras, los residuos se vuelcan y se almacenan en el almacén hasta que se realiza el primer control visual y la distribución de materiales inadecuados.
Tras la separación entre materiales inadecuados y materiales valorizables, el material es tratado antes de su secado y curado. El tratamiento mecánico consiste en mover el material mediante una cinta transportadora, donde se realiza una clasificación por tamaños.
A continuación, mediante luces infrarrojas, se separa el material plástico, y mediante un lector óptico los materiales se separan por densidad y color. Los residuos plásticos se separan mediante golpes de viento. Asimismo, mediante imanes, los materiales de hierro se separan de los demás. A continuación se realiza manualmente la clasificación final.
El secado o curado se realiza en túneles de hormigón. Los materiales permanecen entre seis y diez días en algunos reactores para secar y degradar sus componentes. Al final de la cadena se lleva la basura a un túnel con tierra móvil y rejilla, donde entra aire. De esta forma se acelera la inertización o fermentación del residuo, perdiéndose un 20% en volumen. Una vez transcurrida una semana aproximadamente, los residuos tratados son enviados a la incineradora.
Los proyectos de planta de compostaje y tratamiento mecánico biológico se enmarcan dentro del plan de gestión de residuos sólidos urbanos de Bizkaia. El objetivo principal es reducir la cantidad de residuos y, en la medida de lo posible, reutilizarlos.
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