H. sapiens
2008/10/11 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Eudald Carbonell, Atapuerca. (Foto: J.M. Benito. Algunos derechos reservados: CC, declarar, compartir por igual)
Recientemente hemos tenido la oportunidad de escuchar una conferencia de Eudald Carbonell sobre el Medio Ambiente y el Periodismo en Córdoba. En concreto, en el Seminario Internacional, donde señaló que el hombre sigue evolucionando. Es más, según él, el camino que llevamos nos lleva hacia el desastre y una gran parte de la población desaparece.
Los científicos llaman a esta pérdida de población el "cuello de botella" y se refiere al descenso que sufre una especie debido a un gran aprieto. Este tipo de procesos promueven la evolución y tienen una gran influencia en la evolución de una especie. De hecho, en la situación que provoca el cuello de botella predominan las características que ayudan a sobrevivir, mientras que las que son menos favorables se reducen o pierden. Por tanto, la población que permanece es diferente a la anterior.
La especie humana ha pasado varias veces por el estrecho cuello de la botella, por ejemplo en la Edad Media por la peste negra. La peste asiática surgida entró por los puertos mediterráneos y se extendió hasta el norte de Europa, provocando la muerte de un tercio de la población europea entre 1346-1353. Se calcula que murieron cerca de 25 millones de habitantes, mucho más que cualquier otra enfermedad o guerra que había hasta entonces.
En otro continente, América, XVI. La mayor masacre ocurrió en el siglo XX. Las enfermedades llevadas a cabo por los europeos provocaron el declive de la población. Muchos investigadores creen que la viruela y el sarampión tuvieron más influencia que las armas en la conquista de América. Así, según el investigador estadounidense Dobyns, el 95% de la población de toda América se perdió durante los primeros 130 años desde su llegada al continente de Colón.
Pues en palabras de Carbonell, ahora vamos hacia un estrecho similar. De hecho, al final de la conferencia hizo estas declaraciones, ya que el tema de la conferencia era otro: Nuevas interpretaciones sobre el último homínido encontrado en Atapuerca, ya que Carbonell y su equipo de trabajo publicaron en marzo en la revista científica Nature un artículo sobre el fósil del homínido más antiguo de Europa. Fue descubierto en la cueva del elefante y se le denominó Homo antecessor.
Se estima que el fósil tiene una antigüedad mínima de 1,2 millones de años y, en principio, se propuso que podría ser el último antecesor común del hombre neandertal y de nuestra especie.
Sin embargo, ahora se han estudiado otras hipótesis, entre las que se encuentra la desaparición del Homo antecessor sin dejar descendencia, es decir, que no era el precedente del Homo neanderthaliensis ni del Homo sapiens, sino una especie que surgió en un tiempo y desapareció sin dar ramas. Y esta es la hipótesis más probable para Carbonell. Si esto fuera así, el hombre H.antecessor sería un ejemplo de que una especie puede desaparecer sin dejar rastro.
Pasado, presente, futuro
Yacimiento de Atapuerca. (Foto: M. Modesto)
Para comprender el presente y predecir el futuro es imprescindible conocer el pasado. Y advierte Carbonell de que este tipo de desapariciones deberían tenerse en cuenta. Señaló que uno de los grandes impulsores de la evolución de la especie humana es la extinción, la extinción. "Somos la hoja de un árbol casi pudrido", explicó, "porque no hay ninguna otra especie del género Homo, aunque en su día hubo hasta cuatro. Y si no es consciente de lo que representa esta hoja que es nuestra especie y se cae, ese gran árbol evolutivo, el género Homo, puede caer por inactividad, por falta de energía".
Hizo estas declaraciones con un punto de desesperación, pero cree que en la evolución hay que pasar por este tipo de procesos y para él ahora XXI. En el siglo XX el hombre pasa por el cuello de la botella. Y cuando esto ocurra, el ser humano tendrá otro nivel de conciencia. De hecho, considera necesario contar con esta nueva conciencia para extender la tecnología desarrollada al conjunto de la sociedad y utilizarla en beneficio de toda la población.
Además, Carbonell tiene claro que no se puede hacer nada para evitar el desastre, los mecanismos que han puesto en marcha el proceso ya son imparables. El arqueólogo no cree en el “desarrollo sostenible”, para él el desarrollo y la sostenibilidad son conceptos contrapuestos, ya que el desarrollo no es sostenible en absoluto. Por lo tanto, independientemente de lo que hagamos, nuestra especie pasará por el cuello de la botella.
Sin embargo, otros científicos no opinan lo mismo. El físico y cosmólogo Stephen Hawking, que participó en Córdoba durante los días de celebración de este seminario, también realizó predicciones sobre la especie humana en Santiago. En su opinión, el ser humano se encuentra ahora con graves amenazas, como el cambio climático o el riesgo de una guerra nuclear, y la solución debería buscarse en el espacio. Es decir, que fuera de la Tierra nos conviene migrar a otro planeta o satélite. Pero, ¿podremos salir antes del desastre?
Publicado en Gara
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