"La investigación exige mucho, pero también mucho"
2017/06/02 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
Emma López de Armentia se adentró casi por azar en el mundo de la investigación. Dice que desde niño le gustaba la biología, el cuerpo humano... Por lo tanto, parecía que la medicina iba dirigida a estudiar. Pero como de joven se dedicó menos de lo suficiente a los estudios, al final estudió Nutrición Humana y Dietética, y al finalizar los estudios me puse una consulta.
“Pronto me di cuenta de que no quería dedicarme a ello. Me gustaba mucho el tema, pero no el trabajo. Además, entonces no estaba tan bien visto como hoy”, ha confesado. Así, decidió crear Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Lo hizo y empezó a practicar en Leioa (actualmente dentro de Tecnalia) en el laboratorio de Nuevos Alimentos. “Entonces empecé a acercarse a la investigación, hasta entonces era lejano y allí me empezó a meter el gusano”.
Tras el periodo de prácticas realizó el Máster en Calidad y Seguridad Alimentaria. “En Seginda, empecé a trabajar en Neiker-Tecnalia con el Dr. Enrique Ritter y empecé a descubrir el mundo de la genómica. Me atrapó totalmente, me quedé fascinado”, ha recordado. “Nunca pensé en hacer una tesis doctoral, pero me ofrecieron un contrato predoctoral y así empecé”.
López de Armentia afirma que llegó al mundo de la investigación por sorpresa y un poco tarde, pero estaba encantado con el tema. El objetivo de la tesis era desarrollar un sistema de selección asistido por marcadores de aceitunas. Y aunque la fase experimental fue dura, fue mucho más dura la época en la que escribió la tesis.
“El periodo de experimentación no es fácil y requiere mucho tiempo, pero el equipo era muy bueno y estuve muy contento porque me ayudaron mucho. No se puede comparar con otro trabajo; cuando investigas, aprendes a afrontar problemas, a trabajar en equipo y a ser autónomo… Pide mucho, pero me dio mucho. Me prorrogaron el contrato durante 3 meses para terminar con los experimentos y todo fue bien”, ha explicado.
Sin embargo, durante año y medio trabajó en la redacción de la tesis sin ningún tipo de contrato y se le hizo muy duro: “Exige mucha disciplina, y no sólo uno mismo, sino también los demás. Si no, no es posible, pero me resultaba muy duro ver que también afectaba a los locales. Al final, descuidar todo lo demás, en eso dedicas un año y medio al máximo”.
Opinión e información sobre el aceite de palma
Preguntado por la opinión que se ha generalizado en contra del aceite de palma, López de Armentia considera que no se ha dado toda la información. “Suelen ser rachas. Antiguamente la manteca de cerdo se consideraba mala; luego se conoció que contiene principalmente ácido oleico, es decir, que es beneficiosa para la salud. Y sí, sabemos que el aceite de palma tiene grasa saturada y que el exceso de grasa saturada es malo, pero creo que el rechazo total del aceite de palma no es correcto”.
Explica que el aceite de plama tiene unas características organolépticas y tecnológicas muy adecuadas, por lo que se utiliza tanto en la industria alimentaria. “En todo caso, los procesados de alimentos deben tomarse con cuidado. Hoy en día son muchas las personas que basan su alimentación y eso es malo para la salud, no sólo por el aceite de palma, sino también por los carbohidratos, sales, azúcares, aditivos y otros ingredientes que aporta”.
A su vez, aclara que los sustitutos del aceite de palma pueden ser aún peores: “Desde el punto de vista industrial, una solución puede ser el uso de trans-ácidos, que son aún más perjudiciales”. Y recuerda que en los lugares de origen de la palma de aceite, es la principal fuente de grasa. Para ellos es un alimento imprescindible.
Por otro lado, se muestra totalmente partidario de la investigación con la palma de aceite: “Con la palma de aceite se realizan un montón de investigaciones y son muy buenas: desde el punto de vista medioambiental, sanitario, tecnológico... La gente debería saberlo todo antes de juzgar el aceite de palma”.
En el futuro sueña con dedicarse a la investigación de la palma de aceite u otras oleaginosas... “Sé que es muy difícil. Además, yo no quiero ir fuera a investigar, tengo familia y no puedo pedirlo. Pero por mí, eso es lo que me encantaría”.
Emma López de Armentia nació en Adán en Vitoria en 1980. En 2005 se diplomó en Nutrición Humana y Dietética en la UPV/EHU y en la misma universidad realizó la licenciatura en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (2010) y el Máster en Calidad y Seguridad Alimentaria (2011). En 2017 obtuvo el doctorado en Biología Molecular y Biomedicina. Mientras tanto, desde 2011 hasta 2015 ha estado investigando en Neiker-Tecnalia en el área de Producción Vegetal, un equipo liderado por el doctor Enrique Ritter.
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