Han demostrado que los residuos plásticos marinos pueden ser tratados en el sistema de reciclaje urbano

La separación de las botellas de PET de origen marino (tereftalato de polietileno, uno de los plásticos marinos más comunes) es eficaz y exitosa, según un estudio realizado por el grupo de investigación Materiales + Tecnologías de la UPV/EHU. En concreto, los investigadores han analizado, desde un punto de vista práctico, la posibilidad de integrar las basuras marinas de la costa en el sistema de gestión de los residuos sólidos urbanos.

De hecho, a diferencia de los residuos sólidos urbanos, los residuos marinos no tienen todavía un sistema de gestión sistematizado. Los investigadores han recordado que los residuos marinos presentan un alto grado de degradación, por lo que la primera pregunta de los investigadores era: ¿este elevado grado de degradación constituye un obstáculo para la clasificación de los residuos marinos en un proceso de gestión de residuos urbanos?.

Para responder a ello, han utilizado botellas de agua de PET de la misma marca, divididas en dos grupos: la primera ha sido dejada al aire libre durante nueve meses, y simulamos las condiciones de una playa o costa rocosa; la segunda ha sido sumergida en el mar durante el mismo tiempo. Se observó que las botellas sumergidas sufrían una mayor degradación química, mientras que las que se encontraban en la costa y al aire libre se mantuvieron en mejor estado. Posteriormente, se simuló la gestión de estos materiales en una planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos y se comparó con las mismas botellas sin degradación, para ver si los equipos de separación automática de estas instalaciones serían capaces de identificar y separar las botellas de plástico de origen marino.

Para ello, se realizaron pruebas con un sistema de separación óptica, es decir, con una tecnología que clasifica automáticamente los materiales en función de su composición. Así demostraron que es posible separar las botellas de PET de origen marino y urbano en un proceso conjunto.

Según los investigadores, se trata de un primer paso en una zona con un gran potencial de desarrollo. De hecho, piensan que cuanto más eficiente y viable sea la gestión de este tipo de residuos, más aumentará el incentivo para su aprovechamiento y, por tanto, el interés por la recogida desde el mar.