Reflejo de un señorío: Bertiz
1993/02/01 Albisu, Alex Iturria: Elhuyar aldizkaria
La vertiente atlántica de Navarra, que desde hace tiempo ha sido derribada y humanizada, no es nueva. En cualquier caso, parece que todo este territorio sufrió una humanización equilibrada, ya que el verde de los pastos y el suave aspecto de los montes suavizan el paisaje. La ganadería ocupó el lugar principal de esta tierra y para obtener los alimentos necesarios para el ganado, tuvieron que desnudarse las tierras.
Sin embargo, todavía podemos descubrir dos territorios boscosos de gran superficie. Uno de ellos es Artikutza, con sus 3.700 ha, el 90% de bosque. El otro, el señorío de Bertiz, con una curiosa historia, está casi cubierto de bosques. En esta tierra de 2.040 ha, el haya es el árbol principal y abrazando el río Bidasoa, está situado en el municipio de Bertizarana.
La influencia del mar Cantábrico es clara y su clima suave, sin grandes cambios térmicos. Con el clima oceánico, el bosque aparece hermoso. Limita al norte con los terrenos de Etxalar, al este con los alrededores de Baztan, al sur con el río Bidasoa y al oeste con otros terrenos de Bertizarana y con el monte denominado “Lau herri”. Pero la riqueza y cierta virginidad que han conservado estas tierras se debe a que a lo largo de la historia han estado en manos de muchos señores.
Los vecinos de Bertiz fueron los primeros propietarios de las tierras que el rey Carlos III de Navarra apropió en 1389. La Corona de Navarra tenía el visto bueno y la confianza. Prueba de ello es el permiso otorgado a los reyes, señores, nobles, hidalgo y gentiles durante la calma para cazar ciervos, liebres y codornices en el señorío de Bertiz. Dicha autorización fue concedida en el Fuero General del año 1556.
En 1723 el señorío estaba en manos de Aldunain y Juan Francisco de Bertiz. Posteriormente, un marqués acabaría con la propiedad que los versos tuvieron del señorío. Después pasaría a manos de Felipe Oteiza y en 1898 Pedro Ziga lo asumiría.
A la muerte de Pedro Ziga, en 1949, la Diputación Foral de Navarra asumió la responsabilidad del señorío en nombre de los navarros. De esta manera se cumpliría el deseo de Pedro Ziga, último propietario particular. Esto pretendía proteger el señorío para que las nuevas generaciones pudieran disfrutar de su entorno. Declarado Parque Natural en 1984.
Si entras al parque podrás ver la influencia de los carboneros y/o carpinteros en los troncos de los árboles, muchos de ellos más cortos y resistentes que los convencionales. Esta tendencia no se ha extendido a muchos territorios y todavía se pueden ver muchas tierras que parecen sin apenas roturas.
El Señorío de Bértiz está dominado por la mezcla arboleda atlántica. El roble se encuentra sobre todo en el entorno del río Bidasoa. Es decir, en zonas de alta humedad, en zonas bajas. Sin embargo, podríamos encontrarla en todo el señorío, individualmente o en conjunto. Sin embargo, el haya es sin duda el dueño de este bosque. Comienza a partir de los 500 metros. También podrás encontrar líneas de castaño, entre robledales y hayedos. Para terminar con los árboles, también tendrás la oportunidad de ver las marismas en las zonas más altas, que requieren más sol que las anteriormente citadas.
En este pequeño territorio de 2.040 ha podrás disfrutar de bosques poco rotos. Si subes al monte Aizkolegi podrás ver todo el señorío y el castillo del mismo nombre. Para disfrutar de esta visión hace falta tiempo
Si te toca el día de la niebla y la nube no te desanimes. Para ver la fauna de interés local (necesitarás más suerte que el tiempo, pero...) y aprovechar para visitar un jardín botánico único.
Los esfuerzos realizados por ICONA y el Gobierno de Navarra en 1955 para el crecimiento de ciervos en Bertiz y Quinto Real no han tenido aún éxito aquí. A 2 km se encuentran los ciervos que se trajeron en el bosque, rodeados de vallas.
El corzo nunca ha desaparecido de aquí y podemos encontrar una pequeña población.
También hay jabalí, cuyas obras en su tierra se pueden ver a menudo. Pero el tejón es el mamífero más abundante, según sus restos. Además, hay un gato salvaje, una nutria, una garduña, una ardilla, una ardilla, una liebre, un conejo, etc., aunque sean menores. Entre las aves rapaces, la única especie nidificante es la común.
Para llegar al Señorío tendrás que ir a Mugaire. A la entrada del Señorío se encuentra un jardín botánico con numerosos tipos de plantas de interés. En él se encuentra el palacio de Bertiz. Es conveniente seguir las normas que el portero separa en la entrada, ya que el señorío sólo se mantendrá en buenas condiciones.
El Gobierno de Navarra, con el objetivo de ampliar las visitas, ha realizado diversas mejoras como el aparcamiento, la alberga para 30 alumnos en el caserío Zabala, el auditorio para 60 personas, la oficina de información en la casa Teniente, etc. Estas mejoras son discutibles desde el punto de vista ecológico.
En cualquier caso, espero que la gente sepa reconocer y respetar el valor que tiene el señorío, para que las generaciones futuras también puedan disfrutar del entorno.
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