Atención al lenguaje de la catedral vieja
2002/06/01 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
La Catedral de Santa María, el edificio histórico más importante de Vitoria-Gasteiz, ha estado abandonada en los últimos años. Durante siglos ha sido hermoso y elegante sobre el promontorio vitoriano, pero ha sido dominado por el mal que le iba extendiendo en él. Finalmente, ante el peligro de caída, en 1993 tuvieron que cerrar. La catedral perdió así su valor simbólico y funcional.
Aunque la decisión de cierre era rigurosa, no se veía otra solución. Además, en parte, ha sido el cierre anunciado. De hecho, la catedral explicó desde prácticamente el principio los síntomas de la enfermedad. Por ejemplo, el XVI. En el mismo siglo, en los libros de la fábrica y de la conserjería, aparecen las preocupaciones del equilibrio. Los esfuerzos realizados desde entonces para reforzar la estructura no han dado buenos resultados, al contrario, en la mayoría de los casos han sido sólo erróneos. Último ensayo XX. Se trata de la década de los 60 del siglo XX, pero unos tres millones de euros actuales no solucionaron nada, 30 años después el desastre es evidente.
Sin embargo, la ciudadanía no ha olvidado la ‘catedral vieja’ y en 1996 se inició un proyecto de restauración del edificio. En los dos años siguientes, el equipo de trabajo liderado por el arqueólogo Agustín Azkarate y los arquitectos Leandro Camara, Juan Ignacio Lasagabaster y Pablo Latorre elaboró el plan completo de restauración de la catedral. Este Plan Director recoge el diagnóstico del estado de la construcción, los pasos a seguir en su recuperación, la duración de los trabajos y el presupuesto. El trabajo presentado ha despertado el interés y el reconocimiento de expertos internacionales.
De hecho, el enfoque y la metodología que aparecen en el plan director son totalmente novedosos en una construcción de esta dimensión. Los autores del plan tenían claro que las raíces de la enfermedad eran verdaderamente profundas y que había que buscar bajo tierra las causas de algunos errores que se veían en la superficie. Para curar completamente la Catedral, se consideraba imprescindible tratar al enfermo en su conjunto, cuerpo y alma. Para ello han adoptado el camino propuesto por la arqueología de la arquitectura.
Por otro lado, los ciudadanos también han valorado positivamente el proyecto de recuperación de la catedral, que se prevé que tendrá una gran afluencia de visitantes durante toda la obra. De esta forma se ha conseguido una cierta confusión entre la población de Vitoria-Gasteiz. En definitiva, la restauración tendrá una duración mínima de dos legislaturas, por lo que es necesaria la protección del público para garantizar su ejecución. En este sentido, el proyecto de la Catedral es también novedoso, ya que la participación de la sociedad es minoritaria.
Arqueología de la Arquitectura
Hasta el momento, la mayoría de los edificios históricos han sido restaurados desde el punto de vista clásico de la arquitectura. Es decir, normalmente se da más importancia al estilo, y si la construcción está clasificada dentro de un determinado estilo, no es raro pretender adaptarse a las características de este estilo. Por ejemplo, si se considera una ermita románica, al restaurarla, el arquitecto intenta ‘romanizar’ la ermita, y puede que ponga arcos de medio punto donde antes estaban de otra manera.
La catedral de Vitoria es gótica para la mayoría de los arquitectos. Pero los responsables del plan de restauración miran más allá del estilo. Por ejemplo, ya se sabía que tenía una planta que no correspondía al gótico alto, que era más antigua. Se sospechaba que esto afectaba a la estructura posterior y que al continuar las obras estaban correctas.
Este ejemplo ilustra la importancia de publicar una historia enmarcada en las raíces y muros de la catedral. No sólo para profundizar en la historia de la construcción, sino también para diseñar un buen plan de restauración que permita conocer las causas que han provocado las enfermedades que se han descrito más tarde. Para realizar un diagnóstico exhaustivo y buscar la cura es imprescindible conocer lo realizado en siglos anteriores.
Así lo reivindica la arqueología de la arquitectura. A partir de los años 70-80 del siglo pasado, varios arquitectos italianos comenzaron a prestar atención a la evolución de las construcciones a lo largo de los años. Además del valor estético de la construcción, tuvieron en cuenta la sociedad que la levantó y modeló. Según estos arquitectos, a través de los cambios experimentados desde la colocación de las primeras piedras se podían conocer aspectos de la sociedad que participó en los cambios en cada época, como el nivel tecnológico o los métodos de construcción que empleaba.
Para la realización de estos estudios se consideró de gran utilidad el método estratigráfico utilizado en arqueología. Normalmente los arqueólogos estudian el subterráneo, pero aplicando este método al conjunto de la construcción demostraron que la historia del edificio sirve para aflorar capa a capa. Así nació la unión entre arquitectura y arqueología. Aunque el movimiento surgió en Italia, hay que tener en cuenta la aportación metodológica británica.
Este es el camino elegido para la restauración de la catedral de Vitoria. Desde este punto de vista, la catedral ha dejado de ser un mero exponente del gótico para convertirse en un documento histórico, un yacimiento y una construcción que debe ser analizada estratigráficamente.
Como documento histórico, la catedral es el resultado de lo añadido y sustraído a lo largo del tiempo. Por lo tanto, la Catedral engloba diferentes sistemas constructivos, representativos de cada época. Todo ello proporciona información sobre la capacidad técnica y económica de la sociedad de la época. Además, el análisis conjunto de la estructura construida y subterránea y su integración en el mismo sistema de análisis permite un conocimiento mucho más profundo. Para ello es imprescindible la colaboración entre arqueólogos y arquitectos y, de acuerdo con lo que propone la arqueología de la arquitectura, se ha basado en el método estratigráfico.
En este sentido, no es de extrañar que el plan director se caracterice por la colaboración interdisciplinar. Entre los veinte grupos que han participado han participado arquitectos, arqueólogos, químicos, físicos, geólogos, biólogos, topógrafos, matemáticos e ingenieros, entre otros.
Para curar, primero hay que diagnosticar la enfermedad
El primer paso para conocer la historia de la Catedral ha sido vaciar los documentos. Se han leído miles de páginas, lo que ha permitido recoger las transformaciones que se han producido en los últimos 500 años. Los más interesantes han sido los libros de fábrica, donde se recogen los gastos de materiales y mano de obra utilizados en los trabajos realizados en la catedral. La bibliografía y los archivos fotográficos sobre la ciudad también han sido útiles, y algunos datos que de otra manera no aparecían han sido conocidos gracias a los recuerdos de personas mayores que han estado muy vinculados a la catedral.
La otra fuente de información es la subterránea. A pesar de que varios expertos de reconocido prestigio dijeron que la catedral de Santa María no guardaba nada previo al gótico, el grupo de trabajo tenía especial interés en aflorar las raíces de la catedral. Como ya se ha mencionado anteriormente, se consideraba que las afecciones de la actual catedral se habían arraigado hace tiempo y que para un plan de restauración eficaz era necesario aclarar este aspecto, por lo que se realizaron excavaciones en los lugares más significativos. Eso sí, tuvieron en cuenta que algunos lugares no podían moverse porque de lo contrario se pondría en peligro la estabilidad del edificio.
Las excavaciones han permitido recoger datos históricos y estructurales muy importantes. Por ejemplo, han salido a la luz estructuras previas a la fundación de la ciudad, restos de la época romana, necrópolis de la Alta Edad Media... Pero sobre todo ha aflorado un antiguo proyecto arquitectónico que ha condicionado el futuro de la catedral. De paso, se ha demostrado que Vitoria-Gasteiz ha estado poblada ininterrumpidamente desde antes de lo que se pensaba.
Por otro lado, cabe destacar la fotogrametría informatizada tridimensional y la utilización de sistemas de información geográfica (SIG) para el registro de la catedral. Aunque la fotogrametría se utiliza habitualmente para la realización de mapas superficiales, se ha observado que es una herramienta muy útil en excavaciones arqueológicas. Con este sistema, las capas que desaparecen en la excavación quedan almacenadas en imágenes tridimensionales. De este modo, cualquier persona que quiera volver a analizarlo puede acceder a todos los detalles.
En el caso de la Catedral, la fotogrametría se ha aplicado a todo el alzado y estas figuras tridimensionales conservan un registro de la geometría real y del tiempo. Asimismo, se han tomado como base para la elaboración de una base de datos impresionante. Para la elaboración del Plan Director se han realizado diferentes estudios: qué materiales se han utilizado, ver su procedencia, determinar su composición, determinar la herramienta utilizada para tallar la piedra, etc. Además del aspecto técnico, se han analizado los aspectos de estilo o aspecto. Todos estos datos se han incluido en imágenes tridimensionales que han dado lugar a una base de datos impresionante.
Sin duda, ha sido un trabajo duro. Pero la contrapartida no es menor: gracias a ella se puede leer la historia que se esconde en las raíces y paredes de la catedral, a través de capas. Conocidos los antecedentes, el proyecto de restauración de la catedral tiene en esta ocasión unas bases sólidas.
Lo dicho por las piedras Una vez exploradas las raíces y piedras de la catedral, se han recogido una serie de datos imprescindibles para un adecuado plan de restauración. Quizá lo más importante y decisivo ha sido saber sobre qué se construyó. De hecho, la catedral gótica comenzó a construirse bajo las órdenes del rey Alfonso X (1251-1284). Pero para ello se aprovechó el proyecto iniciado por Alfonso VIII, que dominó la ciudad en el año 1200. Esto explica que la catedral considerada gótica tenga una planta tan arcaica. Este primitivo edificio pretendía cumplir su función defensiva y las murallas levantadas alcanzan los 20 m de altura en algunos puntos de la actual catedral. Otro ejemplo de cómo afectan las intervenciones puntuales, en lugar de en el subsuelo, lo han encontrado en la parte superior: XIV. En el siglo XVIII, la actual catedral era una iglesia parroquial con bóvedas de madera en lo que respecta a la arquitectura y los recursos de la época. A finales del siglo siguiente fue declarada Iglesia Colegial y se realizaron obras de honramiento, embellecimiento y ampliación del nombre. Entre otros muchos cambios se construyeron bóvedas de piedra en lugar de las de madera. Sin embargo, los pilares y muros no eran capaces de soportar este peso, lo que ha provocado muchos de los problemas de inestabilidad que ha sufrido la catedral desde entonces. Por si fuera poco, las reparaciones se han realizado en varias ocasiones, pero al tratarse de remedios parciales, casi siempre han sido peores, ya que lo reparado en una parte ha dañado a la otra. |
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