El macho Kilker deja de cantar
2006/11/12 Rementeria Argote, Nagore - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa
En la isla de Kauai, en Hawai, vive el grillo de Teleogryllus oceanicus. De hecho, era un insecto bastante abundante, pero comenzó a disminuir en la década de los 90. Motivo: ataque de una mosca parásita. La mosca hembra Ormia ochracea pone sus huevos sobre el grillo y las larvas nacidas de los huevos alimentan el grillo por dentro.
Eulia utiliza una estrategia perfecta para saber dónde está el grillo: sigue su canto. El objetivo de este peculiar kri-kri que surge cuando el grillo frota las alas es atraer a la hembra. Pero, como hemos dicho, no sólo atrae a las hembras de su especie, sino que también recibe moscas hembras parásitas.
El parásito del grillo es la mosca Ormia ochracea. Su habilidad para localizar sonidos le convierte en un ejemplo de desarrollo de dispositivos de mejora auditiva. (Foto: R. Hoy y G. Haldeman / Universidad Cornell. Copyright © Cornell University)
La mosca hembra Ormia ochracea tiene una habilidad increíble para saber de dónde proceden los sonidos que escucha: tiene una audición muy precisa para la dirección (sobre todo si se tiene en cuenta el pequeño cerebro). En la Universidad de Cornell, por ejemplo, se ha utilizado como modelo para desarrollar dispositivos de mejora auditiva como auriculares de nueva generación.
Investigadores atentos
Pues al igual que la mosca, los investigadores siguen el canto del grillo para saber dónde están los grillos. Así descubrieron investigadores de la Universidad de California que los grillos estaban disminuyendo. Dicen que en el año 2001 apenas se escuchaban gritos en la isla.
Pero en 2003 hicieron un sorprendente descubrimiento: los grilletes eran numerosos, pero muy pocos machos cantaban. Al analizar aquellos grillos machos se dieron cuenta de que los machos silenciosos tenían alas planas (de esta manera no se podía producir sonido), por lo que se produjo una mutación. Además, la mutación se amplió como señal de ventaja.
El éxito de los grillos masculinos silenciosos era evidente en la época reproductiva, ya que eran mucho más numerosos que los grillos cantantes. Pero, al parecer, si no cantaba, el macho no atrajo a las hembras y así no podía reproducirse. Para buscar la razón de este éxito, los investigadores se fijaron en el comportamiento de los kilkers. Y descubrieron la clave del misterio. Detrás de este éxito había un cambio de comportamiento: los grillos silenciosos se acostumbraron a colocarse junto a los cantantes. El canto del cantautor atraía a las hembras y los silencios conseguían ser reproductores.
En la actualidad, nueve de cada diez grillos son silenciosos, es decir, no cantan para atraer a la hembra, y por tanto, están exentos del ataque de la mosca parásita. Pero los kilker cantantes siguen en peligro y sin ellos no se pueden reproducir. Por lo tanto, lo que sabemos de momento es que el grillo de Kauaiko es abundante porque se ha adaptado fácilmente para evitar el ataque de la mosca parásita. Sin embargo, puede estar en peligro de extinción si desaparecen los kilker cantantes. Está por ver qué pasará en el futuro.
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