Primera vacuna antiparasitaria
1987/10/01 Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
Hasta la fecha las enfermedades causadas por los parásitos no han podido ser tratadas con vacunas. El instituto Pasteur de Lille y la asociación Transgene pondrán en la calle una vacuna contra la esquistosomiasa para el próximo año.
La esquistosomiasa afecta a 300 millones de personas en África, Asia y Sudamérica y es una de las enfermedades más extendidas de los países tropicales. Cada año un millón de personas mueren por causa de la enfermedad. Los supervivientes tienen problemas renales e intestinales.
El vector de la enfermedad se conoce muy bien y podría pensarse que la preparación de la vacuna puede ser sencilla. Ocurre lo contrario. El esquistosoma, el parásito, engaña perfectamente las defensas inmunitarias del organismo. Los huevos del parásito se encuentran en la orina del paciente. Cuando al orinar acuden al agua dulce los huevos se convierten en larvas que se convierten en parásitos de moluscos de agua. Estas larvas se transforman convirtiéndose en otro tipo de larvas que viven libres en el agua. Estas larvas que viven en el agua contaminan a las personas infillando a través de la piel.
Las larvas van a los pequeños vasos sanguíneos del intestino grueso o de la vejiga donde maduran. A continuación la hembra procede a la puesta de los huevos. Algunos huevos se liberan por la orina y otros van al hígado.
En el primer caso hay dolor y dificultad para orinar. En el segundo se producen vómitos y diarreas y finalmente la muerte entre los vómitos negros.
El funcionamiento de las vacunas es conocido: Para reforzar la respuesta inmunitaria del organismo se incluyen proteínas extrañas que impulsan la fabricación de anticuerpos sin producir enfermedad. En el caso del esquistosoma esto no se puede hacer porque sus moléculas se cubren de la proteína de la víctima y el cuerpo no los toma como extraños.
Para conseguir la nueva vacuna ha sido necesaria la colaboración de la ingeniería genética. Se ha identificado primero la proteína causante de la enfermedad y posteriormente se ha reconocido en el genoma del esquistosoma el gen responsable de su fabricación. Ahora se podrá fabricar esta proteína y usarla como vacuna.
En las sesiones celebradas hasta el momento con los babuinos se ha logrado un éxito total y se cree que se aplicará al hombre para el año que viene.