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¿Pereza o síndrome postvacacional?

2009/09/05 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia

Ya llevo una semana trabajando, pero todavía me cuesta levantarme tan temprano y no tengo ninguna ganas de ir a la oficina. Al parecer, he estado de vacaciones... O quizá sea algo más grave, quizás sea el síndrome postvacacional. ¿Tendré que ir al médico, a ver si me recita algo para curarme?

A pesar de que a muchos le parezca absurdo, la situación que aparece en las líneas anteriores no es nada rara. Al tratarse de un tema de temporada en los medios de comunicación, el propio nombre es cada vez más conocido y, aunque sólo por ello, parece que cada vez está más extendido en la sociedad, es decir, cada vez es más frecuente que por la vuelta al trabajo haya habido malestar psíquico o físico

Varios médicos y periodistas sospechan que la industria farmacéutica se está convirtiendo en una enfermedad común de la vida con el objetivo de vender medicamentos.

Así, según un informe publicado el año pasado por el Grupo Español de Salud Mental de Medicina Familiar ( semFYC ), el 15% de los adultos sufre el síndrome postvacacional. Sin embargo, en el informe no aparecen otros datos relevantes. Por ejemplo, ¿cuántos tenían este síndrome antes? ¿Y los que nunca tienen vacaciones, por ejemplo, los que se encargan de cuidar la casa y los de casa? ¿O los que están en paro?

Se pueden hacer muchas preguntas, pero quizás la principal es que el síndrome postvacacional es una enfermedad o simplemente una alteración transitoria que se siente en un momento y en una situación determinada. Otra pregunta similar puede plantearse con alteraciones de la menopausia, disfunciones de la erección, ansiedad, síndrome de piernas inquietas, insomnio, hiperactividad de los niños, osteopenia, alopecia o pérdida de pelo, un kilo más de lo suficiente en el cuerpo o un poco más de colesterol en la sangre.

La preocupación de muchos investigadores

En los últimos años, médicos y periodistas se han esforzado por dar a conocer esta cuestión, ya que sospechan que la industria farmacéutica se está convirtiendo en una enfermedad para vender medicamentos en situaciones normales de la vida. Entre ellos se encuentra el libro publicado en 2006 por el biólogo y periodista científico Jörg Blech: Inventing Disease And Pushing Pills , es decir, Enfermedades inventadas y pastillas para todo.

Además de los libros, se han publicado numerosos artículos sobre el tema en revistas especializadas, como el escrito el año pasado por Ray Moynihan en la revista médica PloS, en colaboración con el Consejo de Investigación de Australia. Título: "Disease mongering is now part of the global health debate" ; en euskera, "La mercantilización de enfermedades se ha convertido ahora en parte de un debate global sobre salud".

Moynihan, periodista especializado en temas de salud, explica en su artículo que en los últimos tiempos se ha intensificado y ampliado el debate sobre las enfermedades inventadas, tanto en la sociedad como entre los investigadores. Sin embargo, la industria farmacéutica sigue gastando un montón de dinero en la promoción de medicamentos (25% de la venta), por lo que Moynihan propone investigar aún más sobre todo para conocer mejor el impacto de estas promociones en la salud de los consumidores y decidir qué hacer ante las estrategias de marketing. En este sentido, Moynihan cree que, además de los consumidores y expertos, los políticos también tienen una gran responsabilidad.

La catedrática de la Universidad de Alicante, María Teresa Ruiz, se ha centrado también en las diferencias de género y ha llegado a la conclusión de que existe una mayor tendencia a dar un toque de enfermedad a situaciones, vivencias o alteraciones relacionadas con la condición de mujer que a las de los hombres. Además, los anuncios de medicamentos dirigidos a hombres son más racionales y objetivos que los dirigidos a mujeres. Cuestión a tener en cuenta en la próxima vez que nos sentimos enfermos.

Publicado en Gara

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