¿Cómo entender las imágenes de los satélites?

1992/10/01 Aizpurua Sarasola, Joxerra Iturria: Elhuyar aldizkaria

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strong>Los satélites que estudian la Tierra utilizan diferentes sistemas en sus investigaciones. A veces se usan con luz visible o infrarroja (no se pueden utilizar cuando hay oscuridad o nubes). En otras ocasiones se utilizan microondas, que no son obstruidas por nada. Estos envían mucha información a la Tierra, pero ¿cómo saber que la información enviada corresponde al “árbol sin hojas”, al “árbol lleno de hojas”, al “suelo húmedo”, etc.? ¿Es posible, por tanto, medir el efecto invernadero, la deforestación y los diferentes tipos de contaminación que se producen en la Tierra? Para responder a estas preguntas, la agencia espacial europea lanzó el año pasado el primer satélite europeo de teledetección ERS-1. En el año 1994 lanzará el satélite ERS-2 y tanto uno como el otro lo analizarán mediante microondas

a.

Las ondas electromagnéticas van desde la radioonda hasta la gamma. En su interior las microondas se encuentran entre las ondas de radio y los infrarrojos. Las longitudes de onda son de tamaño centímetro o milímetro y las frecuencias de gigahercia. Para la teledetección, las microondas presentan ventajas notables frente a la luz convencional o infrarroja (de menor longitud de onda). Las microondas, en primer lugar, separan claramente el día de la noche y atraviesan sin problemas los cielos nubosos y azules. Por otro lado, son especialmente sensibles a la estructura y características de sus objetivos, como la cantidad de agua que contienen.

Los satélites y microondas ERS-1 han permitido completar los mapas de radar de todas las regiones de la Tierra. El único obstáculo es leer estos mapas de radar. ¿Cómo se puede distinguir entre tierra húmeda y estéril en estos mapas de radar? Precisamente para comprender el lenguaje de las microondas se acaba de crear el “Laboratorio europeo de interpretación de microondas”. Este organismo participa en el Instituto para las aplicaciones de la Teledetección de la Comisión de las Comunidades Europeas en la Ispra italiana. Este instituto ha sido remodelado, ya que hasta hace poco realizaba investigaciones nucleares.

Este laboratorio es el único que opera en este campo y se inauguró el pasado mes de abril. A través de sus ensayos, interpretará las ondas de radar marcadas por el objetivo y regulará las leyes interpretativas. Por el momento, al no existir una ley teórica, es necesario utilizar métodos empíricos. Por ejemplo, para conocer en el laboratorio la influencia de la forma y tamaño de los árboles, la densidad y la humedad en la señal, primero se coloca el árbol de hoja como objetivo y después el mismo árbol sin hojas.

Por último, se recogen y analizan las señales reflejadas tanto por uno como por el otro, y se hace lo mismo con otros tipos de árboles. Se pueden imitar los cambios de luminosidad entre el día y la noche, así como los cambios de aire. Se realizarán los ensayos necesarios para conocer si el radar detecta el crecimiento de las plantas. Se establecerán relaciones entre estos parámetros y las señales reenviadas por la microonda, y mediante las fórmulas matemáticas que se extraerán a continuación se podrán analizar las imágenes de radar.

Sin embargo, en Ispra, el instituto para aplicaciones de Teledetección se centra en problemas ecológicos. Así, la dirección agrícola de la Comisión de las Comunidades Europeas ha encargado la evaluación de las tierras agrícolas europeas, ya que en Europa las tierras son muy fragmentadas y de dimensiones y estructura cambiantes. Se trata, por tanto, de confirmar la corrección de los criterios y datos utilizados en las ayudas agroambientales concedidas en algunas comarcas.

Sin embargo, se están llevando a cabo otros proyectos como el estudio de contaminación oceánica y el estudio de selvas tropicales. Cada año se extraerán dos mapas de estas regiones para observar la evolución de la deforestación y detectar el efecto invernadero.

El laboratorio de interpretación de microondas también investiga aplicaciones industriales de microondas, por lo que tiene en marcha proyectos como la investigación sobre materiales de construcción que no produzcan interferencias de radar en las cercanías de los aeropuertos o la gestión y ordenación del tráfico de carreteras.

Sin embargo, como decíamos al comienzo del artículo, el objetivo más importante del laboratorio es resolver jeroglíficos de las ondas de radar que nos rodean.