El gran hermano de los aviones de papel
2007/01/01 Kortabitarte Egiguren, Irati - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria
Aerovision Vehiculos Aereos S.L. empresa de reciente creación que diseña, produce y comercializa plataformas voladoras sin conductor y de bajo coste. El primer producto de Aerovisión ha sido la plataforma voladora FULMAR. Los principales componentes del sistema FULMAR son un pequeño volador sin conductor, un sistema de ayuda al despegue y una estación de control que se instala en el suelo.
Hace unos meses la empresa guipuzcoana llevó a cabo con éxito la exhibición del FULMAR sin conductor en Cáceres. Por primera vez en España, un vuelo de este tipo fue un éxito.
En un vuelo automático de hora y media de duración, recorrió más de 160 km de recorrido y recibió diversas imágenes de la tierra respondiendo a las peticiones de las personas que se acercaron a esta exhibición. El avión fue despedido de una catapulta y posteriormente recogido en una red. El objetivo del vuelo era estudiar la idoneidad del avión como sistema de apoyo en el seguimiento y control de los incendios forestales.
En concreto, la empresa pretende utilizar este avión en aplicaciones de monitorización y vigilancia aérea como prevención de incendios, monitorización de tráfico, estudio atmosférico y detección de contaminantes químicos, estudio de pesquerías, vigilancia del entorno de grandes infraestructuras, etc. Para ello, el avión tiene instalado un trípode en el que se pueden colocar varias cámaras. El modelo básico sólo lleva una cámara convencional que utiliza la luz del día, pero a menudo se aplica una cámara adicional que utiliza la luz infrarroja.
Las señales de las cámaras se pueden recibir en tiempo real en la estación de control mediante ondas de radio. Desde esta estación de control también es posible controlar los movimientos y zoomas de la cámara situada en el interior del avión. Esta cámara es estable, aunque el avión se mueve, se mantiene quieto y ofrece imágenes lentas. Además, a través de las ondas de radio da la orden y mira al lugar que se le indica, esté donde esté.
Alta autonomía
A pesar de haber recorrido 160 km durante la demostración, esta pequeña plataforma volante sin conductor puede recorrer 800 km durante 8 horas en vuelo autónomo programado a través del sistema de navegación GPS. Eso sí, la distancia máxima a la estación de control es de 50 km. Es un sistema de bajo consumo con gran autonomía. Además, puede volar muy rápido o muy lento gracias a la estructura de diseño del avión, es decir, puede volar en un gran rango de velocidades. Además, es capaz de alcanzar una altura relativamente alta en muy poco tiempo, lo que le permite superar sin problemas cualquier obstáculo que encuentre en su camino, como las cimas. El despegue, la ruta y el aterrizaje del avión son automáticos. Es decir, se pueden programar desde la estación de control. El sistema FULMAR es fácil de manejar.
Una vez analizado el diseño y manejo del avión, no podemos olvidar la ligereza de su estructura. Pesa algo más que los aviones de papel, pero nada en comparación con los aviones reales. La capacidad máxima del avión para despegar es de 20 Kg, de los cuales 8 Kg son para combustibles y cámaras. Sin duda, la estructura del avión es muy ligera. Para conseguir esta ligereza, el avión está fabricado principalmente en materiales composites, como fibra de carbono y kevlar (material utilizado en chalecos anti-ballenas, entre otros). Además de su ligereza, estos materiales son muy resistentes y no explota en caso de accidente del avión.
En aquella primera demostración no se produjo ningún accidente ni otro susto. En consecuencia, los investigadores consideran que en el futuro el sistema FULMAR podría ser un complemento a los recursos más costosos hasta ahora, como los helicópteros y los aviones, y en algunos casos, un sistema alternativo para el seguimiento de incendios, entre otros.