Paracelso: revolucionario de la medicina
2002/11/01 Orobengoa, Olatz - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa Iturria: Elhuyar aldizkaria
Paracelso debe situarse en el renacimiento artístico, literario y científico del Renacimiento. Nació el 10 de noviembre de 1493, en la aldea de Eisendeln, Suiza. Leonardo da Vinci, Copernico y otros científicos fueron contemporáneos.
Recibió de su padre las primeras bases de la medicina y luego estudió medicina en varias universidades europeas. Sin embargo, no recibió ningún título, ya que antes de finalizar los estudios abandonó la universidad. Entre los médicos de entonces, las teorías de autores clásicos como Galeno y Avicena tenían una fuerza enorme y Paracelso no estaba nada de acuerdo con sus ideas.
Abandonó los estudios universitarios y comenzó a viajar por Europa. Estudió Alquimia y participó en numerosas guerras desempeñando las funciones de cirujano. En estos desplazamientos comenzó a elaborar nuevas teorías sobre las fuentes de la enfermedad y sus tratamientos, así como su aplicación.
Su reputación fue creciendo poco a poco, ya que fue capaz de curar una serie de enfermedades hasta entonces incurables. Por ejemplo, fue el primer medicamento eficaz para curar la sifilis, basado en el mercurio. Paracelso, con técnicas aprendidas de la alquimia, empezó a fabricar medicamentos compuestos de sustancias minerales. Hasta entonces no había nadie que intentara hacerlo.
Sin embargo, por el uso de la alquimia y las curaciones milagrosas, la inquisición siempre tuvo muy cerca, y varias veces tuvo que huir escondida acusada de herejía.
Médico ayudante de naturaleza
Según los seguidores de Galeno, las enfermedades eran desequilibrios naturales y el médico tenía que luchar contra la naturaleza y superarla para curar al enfermo. Por su parte, Paracelso creía que el cuerpo tenía la capacidad de curarse a sí mismo y que el trabajo del médico era simplemente ayudar a la naturaleza. En su opinión: “Si el médico consigue evitar la infección, la Naturaleza cura la herida”. Para Paracelso, muchas de las ‘fuerzas’ que entonces se consideraban mágicas eran procesos naturales que aún no se habían entendido.
A pesar de que las teorías y curaciones que proponía Paracelso eran totalmente contrarias a la mentalidad de entonces, en 1526 le ofrecieron un puesto de profesor de medicina y cirugía en la Universidad de Basilea. Sin embargo, en este puesto apenas duró dos años.
Las clases se impartían en alemán, en lugar del latín obligatorio entonces, y permitió el acceso a cualquier clase. Además, enseñaba sus ideas y teorías en las clases, e incluso quemó públicamente las obras de Galeno y Avicena en llamas para demostrar que rechazaba sus teorías. Esta última acción, además de hacer a Paracelso muy famosa, enfureció mucho a los líderes universitarios y tuvo que huir una vez más en secreto de la ciudad.
A pesar de escapar de la basílica, la gente siguió curándose y en 1536 publicó el Gran Libro de Cirugía Der grosse Wunderartzney. El libro incluía la descripción de muchos problemas de salud y los remedios para curarlos. Finalmente falleció en Salzburgo en 1541, en una habitación de una pensión. Algunos creen que por una enfermedad grave, otros creen que ha sido asesinado por orden de enemigo.
Tuvo seguidores vivos, pero tras su muerte comenzaron a tomar fuerza. Sus libros se hicieron famosos y los seguidores los tradujeron a varios idiomas. Además, en otros libros se interpretaron las teorías propuestas por Paracelso y se crearon nuevas teorías. Por eso, hoy en día no está nada claro dónde empiezan las teorías de Paracelso y las que añaden sus seguidores.
Sin embargo, las ideas rupturistas de Paracelso dieron lugar a dos grandes cambios en el mundo de la ciencia. Por un lado, logró una nueva visión en medicina sobre el tratamiento de la enfermedad y la extensión del uso de medicamentos basados en sustancias minerales. Por otro lado, abrió el camino para separar totalmente de la alquimia la parte de la ciencia que hoy conocemos como química.
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