Tritón (I)
1990/06/01 Arregi Bengoa, Jesus Iturria: Elhuyar aldizkaria
Si en el número anterior decíamos que Neptuno había presentado muchas sorpresas e incomprensibles problemas, ahora podemos decir lo mismo de Tritón. Es más, este satélite de Neptuno ha sido el protagonista de la última fase del viaje del Voyager-2. Debido a las peculiaridades de sus características, Tritón atrajo la atención de los investigadores desde que llegaron las primeras fotos a la Tierra, despreciando también a Neptuno a un segundo plano.
Antes de acercar el Voyager 2 a Tritón, era conocida una característica que distingue a este satélite de todas las demás del Sistema Solar: la dirección retrógrada del movimiento de traslación. Es decir, el movimiento de rotación de Neptuno sobre su eje y las direcciones de traslación de Tritón en torno a Neptuno son opuestas. Además, el recorrido de Tritón no se encuentra en el plano del ecuador de Neptuno. Estas dos particularidades hicieron surgir las conjeturas sobre el origen de Tritón.
Los astrónomos habían cuestionado que el proceso de creación de Tritón fue como el de otros satélites del Sistema Solar. Sin embargo, estas particularidades no bastaron para cambiar la imagen preliminar de este satélite. Por eso se sorprendieron cuando las cámaras de Voyager 2, en lugar de un aspecto totalmente helado y lento, mostraron una superficie joven y de circunstancias geológicas muy diferentes. Por otro lado, se ha detectado un campo magnético débil y una atmósfera delgada.
En la siguiente tabla se muestran las características físicas de los Tritones que se han podido medir. Como se puede observar, Tritón es un poco menor que la Luna y en cuanto a su tamaño y densidad se puede decir que Plutón es muy similar. Al parecer, Tritón está formado por una mezcla de roca y hielo, y no sólo de hielo, como pensaban algunos astrónomos. El hielo interior sería mayoritariamente de agua, aunque en las proximidades de la superficie es más abundante el de nitrógeno.
La atmósfera se parece a la del Titanio. Junto con este satélite y la Tierra de Saturno, son los únicos que tienen como componente principal el nitrógeno. El otro componente es el metano, pero hay muy poca cantidad. Por supuesto, la altura de la atmósfera es baja, pero tiene al menos 800 km. También se han observado capas de niebla y nubosidad hasta una altura aproximada de 25 km. Supuestamente estas nubes están formadas por heladas de metano o partículas de aerosoles o hidrocarburos producidos por la interacción de este gas con la luz del Sol. Los vientos soplan en el hemisferio sur (cuando se ha podido estudiar mejor) hacia el noreste alrededor de la superficie y hacia el oeste en la parte superior. Se han realizado también estimaciones de la velocidad de los primeros, siendo el resultado de unos 5 m/s.
La siguiente característica de la tabla es la temperatura. Su valor está por debajo del punto de congelación del nitrógeno. Por ello, el Voyager 2 nos enseñó las tres cuartas partes del hemisferio sur cubiertas de nieve nitrógeno. En este hemisferio es la última parte de la primavera. Todas las señales indican que Triton es más frío que el propio Plutón.
En el siguiente número se tratarán las incidencias geológicas de Tritón y los compuestos orgánicos detectados en superficie. A continuación hablaremos de las últimas ideas acerca de su origen, ya que están relacionadas con el proceso de formación de la atmósfera y con estas incidencias geológicas.
Según todos los expertos, Neptuno se formó a partir de la acración de gases y cuerpos pequeños (como Júpiter y Saturno) en una época en la que el sistema solar estaba emergiendo, hace unos 4.500 millones de años. Sin embargo, su sistema de satélites y anillos, es decir, los residuos del proceso de formación, deberían ser más numerosos. Esta escasez de residuos podría deberse a Tritón. Según esta hipótesis, en principio Tritón hubiera tenido su órbita alrededor del Sol, pero al chocar con alguna luna de Neptuno o este planeta podía atraer a su sistema.
El choque explicaría las peculiaridades del movimiento de traslación de Tritón antes mencionado, y además el nuevo satélite sería responsable de la relativa “limpieza” del entorno de Neptuno. En un principio Tritón podría tener una órbita muy excéntrica, pero la fuerza mareal generada por el planeta tendría un doble efecto, por un lado la circularización de la órbita y por otro el calentamiento interior de Tritón debido a las fuerzas de fricción generadas por las mareas. Esta energía interna sería la que transformó la superficie geológicamente activa.
Trasladando esta hipótesis a las conclusiones finales, la atmósfera sería debida a las emisiones de gases internos. Es decir, la creación y pérdida de la atmósfera en Tritón se produciría como en los cometas (Este proceso fue estudiado por la sonda Giotto cuando se acercó al Halley Kometa). Por lo tanto, podría ser el cuerpo creado en la Nube de Triton Oort, el cometa gigante.
Como ya se ha comentado, el próximo número analizaremos otras particularidades de este interesante astro.
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