Contra la caries, mejor saliva
2011/11/01 Urruzola Arrate, Manex - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa Iturria: Elhuyar aldizkaria
La boca es el escenario. El actor protagonista es una bacteria. Se llama Streptococcus mutans y le gusta el azúcar, de hecho no come más.
La escena se inicia tras una comida: la bacteria busca hidratos de carbono en la boca, en los restos de alimentos que han quedado entre los dientes y se alimenta de los azúcares que encuentra. A continuación la bacteria hace la digestión y durante la misma produce ácidos. Estos ácidos son los que dañan el escenario, es decir, dañan el esmalte de los dientes y crean caries.
Los ingredientes fundamentales para el desarrollo de la escena de la caries son, por tanto, al menos dos: las bacterias y los hidratos de carbono presentes en los alimentos. Pero la duración del evento también es determinante: Streptococcus mutans tarda más de 24 horas en metabolizar alimentos y formar ácidos. Por tanto, la función puede verse interrumpida si se consigue interrumpir la actividad del protagonista. Es decir, si a Streptococcus mutans se le impide trabajar 24 horas seguidas, no aparecerán bromas.
Mejor cepillo que pasta
Obviamente, una de las vías para dificultar la actividad de las bacterias es la limpieza de los dientes de forma adecuada y frecuente. La clave para una buena limpieza dental es cepillarse bien. De hecho, es importante remover bien la placa bacteriana con el cepillo de los dientes y no tanto la pasta de dientes. Según Julian Aguirrezabal odontopediatra, la pasta de dientes, además de dar un sabor agradable, no sirve para mucho. Considera que es un atrezzo: "La pasta de dientes no tiene la función de detergente como se cree. Incluso sin pasta se pueden lavar perfectamente los dientes, pero estamos expuestos a ver los escudos que aparecen sobre los dientes en los anuncios de la televisión", afirma Aguirrezabal. Txemi Errazkin, presidente del Colegio de Dentistas de Gipuzkoa, subraya la necesidad de cepillado: "Hay que quitar la suciedad, limpiarla con trabajo mecánico. Es mejor cepillar bien los dientes, aunque sólo con agua", dice Errazkin.
Sin función de detergente, las pastas dentales tienen bactericidas. Es decir, en la pasta hay sustancias capaces de matar y eliminar bacterias. Sin embargo, ambos médicos restan importancia al efecto bactericida de las pastas dentales. "Es necesario retirar la placa bacteriana contra la caries, no matar las bacterias", dice Errazkin. Y es que, según explica Aguirrezabal, "los bactericidas que contienen las pastas dentales no sirven para mucho, ya que las bacterias se regeneran inmediatamente en la boca".
Efecto exterior del flúor
El componente más beneficioso y conocido de la pasta de dientes es el flúor. El flúor es uno de los principales protectores contra la caries: hace que el esmalte que protege los dientes sea más resistente a la degradación de los ácidos.
Más allá del flúor presente en la pasta de dientes, se sabe que el fluido que entra en el suministro de agua reduce el número de caries de los habitantes de la zona. Por ello, durante años se ha creído que el flúor tenía un efecto sistémico, es decir, que cuando se bebe se metía en el cuerpo y endurecía los dientes con sangre. Sin embargo, según estudios de los últimos años, la mayor influencia del flúor es el tópico: en la boca, el flúor entra en contacto con la capa externa del diente y los dientes se endurecen. "Ahora sabemos que el efecto sistémico del flúor es casi inapreciable; el mayor efecto del flúor es el local", afirma Errazkin. Por ello, no tiene sentido que las mujeres embarazadas reciban suplementos fluorados en beneficio de sus dientes.
El flúor puede ser ingerido de varias formas, como beber junto con el agua del grifo o tomar pastillas adicionales. Sin embargo, las vías más eficaces para tomar el flúor son las que entran en contacto con los dientes: pasta, gel, barniz o colutorios fluorados. Sin embargo, la influencia del flúor es mucho más acusada en los niños que en los adultos. De hecho, "se puede influir en el esmalte de los dientes que se están formando o que son de nueva creación, pero el esmalte de los dientes de los adultos ya está curado y ahí es más difícil provocar cambios", explica Aguirre. "El flúor de la pasta de dientes favorece a los niños, pero es más difícil influir en los adultos. Por eso recomendaría elegir la pasta que más sabor le guste, al margen de la publicidad", añade Aguirrezabal.
Importancia de la saliva
Sin embargo, el cepillado y el flúor no son las medidas de protección más decisivas contra la caries. Uno de los factores más importantes que afecta a la caries, si no es el más importante, es la saliva. El 99% de la saliva es agua, pero el 1% restante tiene componentes antimicrobiales y capacidad de neutralización de ácidos. Es, por tanto, una excelente receta contra la caries. "Para tener una boca sana, lo más importante es que la saliva fluya con abundancia", afirma Aguirrezabal.
Es raro que la saliva de las personas falte algún elemento, pero a veces se reduce la cantidad de saliva, lo que provoca problemas. Y es que, como advierte Aguirrezabal, "la disminución de la saliva provoca el secado de la boca, y la boca seca es un vivero de caries". ¿Qué impide la abundancia de saliva? Aguirrezabal tiene clara su respuesta: "Hay enfermedades que impiden la salivación, como el síndrome de Sjögren y la diabetes, pero son sobre todo medicamentos. Existen en nuestro mercado más de 400 fármacos que reducen la salivación, como los antidepresivos".
Otro aspecto a tener en cuenta por la saliva es que fluye sólo de día y no de noche. En los tiempos de sueño, por tanto, la boca no produce medicamentos anticaries y se queda con menos protección. "Por eso recomendamos cepillar los dientes antes de acostarse", recuerda Aguirrezabal.
Colutorios y xilitol
Cuando la saliva no puede trabajar correctamente, o cuando hay demasiadas bacterias en la boca, se pueden utilizar antimicrobianos preparados. Estas sustancias realizan un intenso trabajo bactericida que ayuda a reducir el número de bacterias presentes en la boca. De esta forma, en cierta medida, ayudan a proteger los dientes contra la caries.
La clorhexidina es uno de los agentes antimicrobianos más conocidos y se comercializa como colutorio o solución de enjuague bucal. Pero una ingesta prolongada de clorhexidina puede provocar una teñida de los dientes y una disminución del gusto. Además, al principio es eficaz para matar bacterias, pero con el tiempo la flora bucal se acostumbra y pierde efectividad. "Los colutorios son eficaces si se utilizan a corto plazo, pero no conviene usarlos más de tres semanas consecutivas", explica Errazkin.
El xilitol es otro agente antimicrobiano eficaz. Esta sustancia es tan sabrosa como el azúcar, pero tiene la capacidad de protegerla de la caries. En ello se basa su eficacia: En su capacidad de engañar a Streptococcus mutans. Como el xilitol tiene sabor a azúcar, la bacteria la come. Pero no puede metabolizarse, ya que el xilitol es un alcohol polihídrico. Por lo tanto, cuando la bacteria come xilitol, se le crea una ingestión que no puede formar ácido. De ahí su uso en tratamientos anticaries.
También se comercializan chicles con xilitol. Pero no todo es oro. De hecho, el xilitol es una sustancia muy cara y en muchos productos se introduce una cantidad mínima para poder predecir que contiene xilitol. "Es un marketing", afirma Aguirrezabal. "Según un estudio de la Universidad de Washington, para protegerse contra la caries sería necesario un mínimo de seis gramos de xilitol al día".
¿Enfermedad contagiosa?
Sin embargo, la caries es una enfermedad común. De hecho, es la enfermedad más frecuente que sufren los niños. "En general, en los jóvenes la enfermedad de la caries está más extendida, y cuanto más adulto, menos caries es", explica Errazkin. Con la edad el pH de la saliva y la boca va cambiando. Y a la bacteria que produce la caries Streptococcus mutans se le cambia el lugar de vida más adecuado. Por lo tanto, las bacterias que no han desaparecido pero que producen caries disminuyen a lo largo de los años.
Además de ser normal, ahora está muy de moda el debate sobre si la caries es contagiosa. "Las investigaciones indican que Streptococcus mutans pasa de padres a hijos", dice Aguirrezabal. "Por eso, en una época se pensaba que era una enfermedad hereditaria porque pasaba de padres a hijos. Pero es más complejo que eso", matiza. De hecho, la caries es una enfermedad multifactorial, y la presencia de la bacteria Streptococcus mutans en la boca no implica necesariamente el desarrollo de la caries. Según Txemi Errazkin, "no hay evidencia científica fuerte de que la caries es contagiosa. La transmisión de bacterias es constante: del alimento de la madre al del niño, en los besos... pero eso no significa que se transmita la enfermedad. En el cuerpo tenemos miles de bacterias. Pero una cosa es tener bacterias y otra desarrollar la enfermedad".
Pero más allá de las transmisiones, la caries todavía tiene otros asuntos que aclarar. Por ejemplo, ¿por qué ocurre que un diente esté comido totalmente de caries, pero que el diente que tiene a su lado no tenga ninguna broma? Este fenómeno se conoce como inmunidad local. "Cada diente tiene a su alrededor un sistema inmunitario propio", dice Errazkin. "Así ocurre, pero las razones que subyacen son por el momento desconocidas". Como se ve, la caries es una enfermedad compleja que, además de ser común e infecciosa, tiene muchos agentes.