Redes por ondas
2003/01/31 Roa Zubia, Guillermo - Elhuyar Zientzia
Rápido o lento, grande o pequeño, de memoria alta o baja, hoy en día el ordenador sin conectar no es moderno. El mundo de la informática se ha convertido en los últimos años en el esclavo de la red Internet. Por eso, la velocidad de conexión a la red es el dios tecnológico de hoy y el prestigioso ADSL su profeta. Debido a la gran atención que recibe, la velocidad de conexión se va incrementando progresivamente en todos los lugares y en breve no será un problema tecnológico. Esto significa que en breve no podremos cobrarnos más por tener el privilegio de velocidad. Eso se llama democratización. La velocidad se democratiza y, por lo tanto, otras características como la ausencia de cables van a entrar en vigor.
El éxito de los teléfonos inalámbricos ha sido eclipsado por la revolución de los móviles. La gente no es suficiente con los dispositivos inalámbricos, sino que se lleva a cualquier lugar y pide la tecnología que se puede utilizar. Los ordenadores y teléfonos que se pueden utilizar en autobús, carnicería y baño se venden casi sin restricciones. Y no sólo eso: las empresas que venden quieren hacernos creer que lo que compramos hace un año ya ha quedado obsoleto.
Es curioso, la filosofía que aporta esta tecnología ha sido plenamente aceptada sin analizar sus consecuencias. Sin apenas conocer las noticias, no podemos vivir. Y hablar con la persona que veremos en dos minutos nos resulta imprescindible: "¿Dónde estás? ¿En el autobús? Yo en el semáforo de la esquina. Ahora está rojo… espere… ahora verde. Me voy. Hasta ahora".
El portátil nos permite trabajar en cualquier lugar. Ya no es necesario acudir a la oficina, también podemos escribir en el desayuno el informe emitido por el Jefe de Departamento y de esta forma, en lugar de redactar un único informe a la semana, llegaremos a redactar tres informes, por supuesto, en beneficio de la empresa. Sorprendente.
Este estilo de vida loco condiciona (y puede limitar) el desarrollo de la tecnología doméstica. Por ejemplo, la línea de investigación para reducir el tamaño de los teléfonos móviles es un tema prioritario en las empresas de telecomunicaciones. Además, quieren convertir los teléfonos en ordenadores y los ordenadores en dispositivos móviles.
Enlaces rotos
De la misma manera, otros dispositivos sin cable se están democratizando. El ámbito de los ordenadores es un buen ejemplo. ¿Todavía utilizas en la oficina un gran artilugio lleno de cables? ¿No sabes que hay teclados libres? ¿Y los ratones? La cola del ratón está a punto de desaparecer.
Desde el punto de vista tecnológico esto tiene algunas consecuencias: los cables de cobre se utilizan mucho menos en los nuevos ordenadores. Pero, entonces, ¿cómo se comunican el teclado y el ratón con el núcleo del ordenador? A través de las ondas, claro: como hace el mando de la televisión. Estamos llenando la casa de olas. No sabemos si afectan o no a nuestra salud, pero por lo difícil de demostrar, no tienen fuerza para cuestionar la producción tecnológica.
Asimismo, pretenden ampliar la movilidad en redes de ordenadores. ¿Qué significa eso? Hablamos de redes sin cables.
La verdad es que en las empresas los ordenadores están organizados en redes locales, es decir, en estructuras denominadas LAN (desde el inglés Local Area Network). Las personas que trabajan en las oficinas saben muy bien qué tipo de mezclado de cables necesitan en este LAN. Totalmente ordenada, parece una instalación caótica.
Para no tener que instalar este lío, algunos han pensado aprovechar la filosofía sin cables. No es mala idea. Estas redes sustituyen los cables por antenas y receptores. Esta invención se denomina WLAN, es decir, desde el inglés Wireless Local Area Network. El único problema son las ondas, a las que hay tantos ordenadores en la oficina hay que sumar las que necesita la red local. Por lo tanto, se crea un campo magnético enorme alrededor de los trabajadores. Pero como los problemas de salud que generan las ondas no están probados, tendremos que dar por buena la idea.
Desde el punto de vista tecnológico, los límites de la WLAN son la seguridad y, sobre todo, la velocidad. No son muy rápidas y han surgido problemas con el cifrado de la información. No obstante, estos problemas se resolverán con el tiempo.
Red urbana
En relación a las redes WLAN surge una idea interesante: la de la comunidad wireless. La comunidad wireless es una gran red sin cables organizada en toda una ciudad. Esta red local no es normal, es una forma de conectarse a Internet. Esta red está formada por nodos instalados voluntariamente por el usuario, de forma que los propietarios de dichos nodos ofrecen una conexión a Internet sin cable, sin que por ello se solicite dinero.
El proyecto está en marcha o está en marcha en varias ciudades. En Euskal Herria, por ejemplo, se han realizado proyectos en Pamplona, Vitoria y Bilbao.
Pero, ¿necesitamos esas redes? Conectarse a Internet desde cualquier lugar es un recurso. ¿Pero necesitamos ese recurso? Parece que la idea de las comunidades wireless es una alternativa al consumo loco. ¿Cuánto durará esta alternativa sin absorber el mercado económico?
Estándares WLAN En junio de 1997 el IEEE aprobó la norma 802.11, que fija los estándares informáticos. Esta norma especifica las características de la comunicación sin cables. Esta comunicación se ubicó en la banda de 2,4 GHz. Las redes WLAN se realizan según los estándares 802.11b, ya que se emiten a esa frecuencia con una velocidad de 11 Mbps. En comparación con la línea ADSL, por lo tanto, se trata de una conexión muy lenta, por lo que deberán buscar una vía para acelerar dicha velocidad para conseguir una mayor disponibilidad. Al hablar de WLAN también hay que mencionar los temas de seguridad. Las redes WLAN utilizan un sistema de cifrado llamado WEP (Wired Equivalent Privacy), equivalente al que supuestamente ofrecen las redes por cable. Sin embargo, este sistema en un principio no era difícil de descodificar; cuando algunos expertos descubrieron el método de descodificación, surgieron una gran crisis. Además de los sistemas de cifrado, se incorporaron métodos de autenticación para mejorar el WEP. |
Basura por correo electrónico Estos correos electrónicos son conocidos por los informáticos como spam. Los usuarios hemos recibido en muchas ocasiones información, publicidad y otras cuestiones que no hemos solicitado a través del correo electrónico. Sitios web pornográficos, comerciales por correo ordinario y electrónico, y otros 'spamers' utilizan esta vía para hacer publicidad. Pero, ¿cómo demonizan nuestra dirección? Hay varios modos para obtener una lista de direcciones. Sin embargo, el modo tradicional es el medio de los mensajes que viajan por la red. A veces mandan la felicidad o el sexo, pero otras veces también son mensajes con un objetivo altruista. Recientemente las Naciones Unidas prepararon un escrito con el objetivo de evitar la supuesta tercera guerra mundial y se difundió el mensaje que nos pedía firmar a través de Internet. No era cierto. Las Naciones Unidas no lo hicieron. Estos mensajes facilitan una dirección para que si no quieres recibir más te quiten tu nombre de las listas. Es un fraude. En esta dirección tan sólo confirman que tu dirección es correcta. Por lo tanto, puedes enviar a esa dirección una respuesta que imita un mensaje de error. De este modo, los que envían este spam, pensarán que su dirección no es correcta y, para no recibir el error en cada envío del mensaje, deberán eliminarlo de la lista. Por otro lado, algunos de los portales que ofrecen dirección de correo separan el spam al recibirlo, permitiendo al usuario descartarlo directamente, ya que todo el spam se transfiere automáticamente a una carpeta. |
Publicado en Zabalik.
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