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Red de aguas sucias lejos de ser ecológica

2007/09/09 Rementeria Argote, Nagore - Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

La red de saneamiento del municipio se encarga de gestionar los residuos que genera el organismo humano. Para la ciudadanía es limpia y cómoda, pero el saneamiento de los pueblos desarrollados está lejos de ser ecológico. El problema radica en un sencillo dispositivo: el inodoro; cada vez que se vacía el depósito se derrocha un montón de litros de agua. La higiene de las viviendas fue muy beneficiada por el agua del baño, que ganó en salud pero que fue compensada por las aguas cercanas.
Hoy en día se consume demasiado agua, por lo que los expertos buscan un aseo más ecológico. (Foto: Offshoots)

En un estudio realizado en Suecia, se calculó la cantidad de agua que se vierte al vaciar el cisterna del inodoro y se comprobó que cada individuo vierte por debajo del foso del inodoro una media de dieciocho mil doscientos litros de agua al año. Se utilizan miles de litros de agua potable para extraer los residuos fisiológicos de cada ciudadano. A la vista de este dato, parece derroche de agua, así es, en el fondo”, pero se hace con la mejor intención; en definitiva, este sistema es el resultado del esfuerzo de los años tras la limpieza y la higiene.

Viene desde hace tiempo. Hoy en día tan común, tan doméstico XIX. Se extendió en el siglo XIX. Hasta entonces se empleaban tecnologías más ecológicas desde el punto de vista ambiental para solucionar el problema de los residuos humanos, normalmente los residuos se utilizaban como abono para lo cual, en los caseríos, por ejemplo, el agujero del inodoro solía tocar directamente el establo. Esta tecnología no servía para las ciudades. De hecho, el inodoro supuso una gran mejora en la higiene urbana.

El inodoro es, por supuesto, el primer extremo de la cadena; necesita de un sistema de saneamiento que cumpla adecuadamente su función. Así, en la actualidad, los pueblos y ciudades están preparados para conducir los residuos de los aseos hacia las alcantarillas, aguas que son tratadas en estaciones depuradoras antes de verterlas al río o al mar.

Como ya se ha comentado, el gasto de agua en la canalización de los residuos humanos es elevado, por lo que expertos, preocupados, están desarrollando ideas para tratar estos residuos de otra manera. Los sistemas de reducción de agua son actualmente habituales, por ejemplo, existen inodoros que permiten depositar una mayor o menor cantidad de agua. Sin embargo, estos expertos consideran que el cambio tiene que ser más profundo, que hay que utilizar el menor número de agua posible y que hay que intentar sacar partido de los residuos.

Las aguas residuales actuales deben ser recogidas y depuradas mediante tuberías antes de ser devueltas al río o mar. (Foto: IQ-UVA)

Buscando soluciones

La idea es recuperar la idea de que los residuos humanos se utilicen como abono, pero la recogida está ahí. En la actualidad existen unos aseos que siguen este modelo, concretamente los que hacen compost. En estos baños, en lugar de transferir los residuos al sistema de saneamiento, disponen de un gran almacén de recogida de residuos donde se realiza el compostaje. Por tanto, son aptas para viviendas rurales o aseos de calle, pero no para viviendas en bloque. No solucionan, por tanto, el problema de los residuos humanos en las ciudades.

Buscar un aseo digno y adecuado que no requiera agua costará mucho. El sistema actual es muy cómodo para el usuario. Esto, en caso de que se modifique el baño y el sistema de saneamiento de que se trate, tendrá que modificarlo en consecuencia y, al menos, requerirá uno que no le suponga incomodidad. Por ello, el camino más sencillo es idear un aseo más ecológico con una estructura similar a la actual. Sin embargo, se trata de un tema que requiere una profunda reflexión y que no va a suponer un cambio de un día para otro.

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