¿Cuáles son los planes del espacio norteamericano?
1988/08/01 Barandiaran, Mariaje | Irazabalbeitia, Inaki - kimikaria eta zientzia-dibulgatzaileaElhuyar Fundazioa Iturria: Elhuyar aldizkaria
Dado que hay que empezar por algún sitio, nosotros primero explicaremos el objetivo del informe. En la primera lectura del informe se aprecia muy claramente esta tendencia: El EEUU debe alcanzar de nuevo un primer nivel en la exploración espacial. Leader y Leadership son palabras del doctor Ride. El ponente considera que los EE.UU han estado dominando la exploración del espacio y que ese liderazgo habrá de mantenerse.
Esta actitud es, en nuestra imagen, bastante txobinista, ya que si los EE.UU han alcanzado un nivel innegable en algunos ámbitos de la exploración del espacio, como la ilargación del primer hombre, los soviéticos no se han quedado atrás en otros, como en la exploración de Venus. Además, creemos que han pasado tiempos en los que la exploración del espacio debe realizarse con el esfuerzo de un único pueblo y que ahora debería ser la cooperación internacional la que domine. Por su parte, el Dr. Ride rechaza conscientemente esta colaboración y afirma que dicha exploración debe realizarse en el Ad Maiorem gloriam de los EEUU. (1)
"Being an effective leader does mandate, however, that this country have capabilities which enable it to act independly and impressively when and where it chooses, and that its goals be capable of inspiring others —at home and abroad— to support them."
(El hecho de ser un líder efectivo, sin embargo, obliga a que este país tenga la capacidad de actuar de manera independiente e impresionante en el lugar y tiempo que elija y a que sus objetivos sean tan estimulantes como otros, tanto en casa como en el extranjero).
"... the nation's desire to regain and retain space leadership".
("La nación quiere recuperar y mantener el liderazgo espacial".)
En cualquier caso, este informe marcará la futura política de exploración espacial de los EEUU. En los próximos años, 1990-2010, el esfuerzo norteamericano seguirá cuatro grandes líneas: la Misión del Planeta Tierra, la Exploración del Sistema Solar, la Base Permanente de la Luna y el Hombre a las líneas de Marte.
Estos objetivos son muy ambiciosos. Además, al igual que en su día tuvo el proyecto Apollo, las vías de exploración del espacio parecen, a primera vista, demasiado grandes para que un único País, que es el líder mundial, pueda llevarlo a cabo.
Misión del planeta Tierra
El objetivo del proyecto denominado Misión del Planeta Tierra (MP) es nuestro planeta, tal y como indica el título. Se trata de llegar a comprender nuestro planeta, conocer cuáles son las fuerzas que alteran y provocan el medio ambiente, cómo está cambiando el medio ambiente y cómo nos afectan esos cambios. El objetivo de este proyecto es lograr un profundo conocimiento científico de toda la tierra.
Son muchos los procesos biológicos, químicos y físicos que interactúan entre sí que conectan de forma compleja océanos, continentes, atmósfera y biosfera. El océano, los territorios cubiertos de hielo y la atmósfera influyen directamente en el clima. El vulcanismo une el interior de la Tierra con la atmósfera. Y las acciones biológicas reciclan los elementos necesarios para la vida. En la actualidad, la influencia de la humanidad es muy evidente en el medio ambiente. El problema de los gases que provocan el aumento de la temperatura de la atmósfera (dióxido de carbono y metano) o el agujero de la capa de ozono detectado en la Antártida o los vertidos incontrolados de los bosques, son testigos de este efecto creciente.
Para comprender estas complejas relaciones y conocer hasta qué punto la influencia humana puede condicionar el futuro de nuestro planeta es necesario realizar un análisis exhaustivo.
En resumen, la obligación de LPM es llevar a cabo este estudio.
El PMA tendrá dos partes principales. Por un lado, los recursos que van a recoger los datos, los satélites de observación. Y por otro lado, el tratamiento y modelización de todos estos datos.
El sistema de observación estará formado por nueve satélites que orbitarán la Tierra. Cuatro de estos satélites circularán por solares síncronos órbitas polares y asegurarán el cubrimiento de toda la Tierra. El primero de ellos será lanzado en 1994 y el último en 1997. Los otros cinco satélites circularán por órbitas geoestables y serán lanzados entre 1996 y 2000.
Este sistema medirá, entre otros parámetros, la cobertura de nubes, la cobertura vegetal, el recubrimiento de hielo, las lluvias, la humedad, la producción de clorofila de los océanos, los movimientos y deformaciones de las placas tectónicas de la Tierra y la concentración atmosférica de algunos gases (dióxido de carbono, metano y ozono).
El proyecto LPM no es muy espectacular (es decir, que atraiga la atención de la gente corriente pagadora de impuestos), pero tiene una importancia innegable para ahondar en los conocimientos sobre la Tierra y predecir los fenómenos que pueden producirse en el futuro.
Exploración del Sistema Solar
Este proyecto seguirá una de las tradiciones de la NASA, marcada por Voyager y Pioneer. Este proyecto incluye misiones de tres tipos: misión de cometas y asteroides (CRAF), misión a Saturno (Cassini) y sondas de muestreo reversibles a Marte (3 en total).
La misión CRAF analizará el origen de nuestro sistema investigando el cinturón de asteroides principal y un cometa. Estos son testigos del nacimiento del Sistema Solar. Analizando los asteroides y cometas podemos llegar a comprender mejor cómo surgió nuestro sistema.
El CRAF abandonará la Tierra en 1993 y tras un viaje de seis meses se topará con el asteroide Hestia. Analiza el intestino a una distancia de 10.000 km mediante ondas auditivas e infrarrojas. De esta forma se limita la forma y composición de la superficie. Después seguirá su viaje hasta encontrar el cometa Tempel 2. Se situará a la altura del cometa, a 25 km de la zona, con quien viajará al Sol. Entre tanto, realizará numerosas sesiones e investigaciones. Cuando la zona del cometa se activa con el acercamiento al Sol, el barco, la coma del cometa y la cola se lanzan al estudio.
La misión Cassini conquistará Saturno y su mayor satélite, Titán. Titán es especialmente interesante porque en su interior se desarrolla una química orgánica muy interesante. Puede ser un laboratorio de tamaño planetario para reproducir las condiciones que precedieron a la creación de la vida en la Tierra.
Esta misión se lanzará en 1998 y tras un largo viaje llegará a Saturno en 2005. Entonces, el utillaje grande empieza a trabajar. El espacio estará compuesto por cuatro sondas. Tres analizarán los anillos, satélites y la magnetosfera de Saturno durante tres años. La otra sonda se enviará al Titane y realizará un titanio semi-suave en la superficie del Titán.
La misión automática a Marte es muy llamativa. Tras ser lanzadas desde la Tierra llegarán a Marte. Allí se marcarán suavemente, se recogerán muestras y éstas se traerán a la Tierra. Serán tres misiones en total. Los dos primeros se proyectarán en 1996 para que las muestras permanezcan en la Tierra en 1999. La tercera se lanzará en 1999.
Estas misiones analizarán y facilitarán el camino del Martes del Hombre.
Base de la Luna
Este proyecto hereda los barcos Apollo y refuerza la exploración de la Luna. El estudio científico de la Luna y el análisis de los recursos de la Luna serán los dos objetivos principales. Será el primer paso para aprender a supervivir en mundos extraños y hostiles.
Esta nueva exploración de la Luna comenzará en la década de 1990 con sondas automáticas. Para el año 2000 se pretende llevar a cabo la exploración mediante astronautas y la implantación de una base permanente.
La Luna tiene un medio ambiente muy adecuado para los avances científicos. La Luna es estable desde el punto de vista sismológico, no tiene atmósfera y su lado oculto está protegido de las ondas de radio que se generan en la Tierra. Es, por tanto, el lugar ideal para trabajar en astrofísica. Lo mismo puede decirse de la física de las partículas. Además, como la fuerza de su gravedad es la sexta parte de la Tierra, la ciencia de los materiales y las ciencias biológicas dispondrán de un laboratorio muy apropiado para nuestro satélite.
El armazón de la base lunar se realizará en tres fases.
- Evolución local (década 1990): En esta primera fase se realizará la exploración mediante robots de Ilagia. Comienza con el lanzamiento del satélite Lunar Geoscience Observer. Esto marcará la superficie, realizará estudios geoquímicos y vigilará la presencia de agua en los polos. A partir de los datos recogidos por el Observer, se enviarán sondas anilladoras automáticas para recoger más datos sobre el lugar concreto. De esta manera se buscarán e identificarán los lugares más adecuados para la implantación de la base.
- Regreso a la Luna (2000-2005): La segunda fase comenzará con el regreso de los astronautas. Los astronautas llegarán a la superficie de la Luna desde la estación espacial y con ellos el equipamiento necesario. La tripulación realizará uno o dos semanas en la Luna, durante las cuales depositarán y prepararán el material necesario para la construcción de una planta piloto y un módulo habitable para la difusión del instrumental científico y la síntesis de oxígeno.
En los siguientes vuelos la base irá creciendo y se añadirán los módulos y habitáculos necesarios. Para el año 2001, los astronautas dispondrán de los medios necesarios para perdurar una noche lunar (14 días terrestres). Para el 2005 se pretende que 5 personas puedan mantener la base durante varios meses. - Casa de la Luna (2005-2010): Este paso es consecuencia directa de lo anterior. El objetivo es conseguir una base permanentemente habitada y poco a poco una base cada vez más autosuficiente. 30 personas vivirán simultáneamente en la Luna para el año 2010.
El hombre en Marte
De entre todos los proyectos, éste es sin duda el que más atractivo e interés genera en la sociedad. No sólo porque el hombre acuda a un planeta que no es el nuestro, sino por todas las historias fascinantes que se han construido durante siglos sobre Marte. El trabajo comenzará con sondas automáticas, el hombre irá después y el objetivo final será una base duradera.
El primer paso de esta nueva exploración en Martitz se realizará con sondas de robots a lo largo de la década de 1990. La primera misión será Mars Observer. Y los últimos de la exploración automática serán dos misiones que recogerán muestras de superficie en Marte y las devolverán a la Tierra. En estas misiones se realizará la caracterización química del planeta, el mapeo completo y la búsqueda de los lugares más adecuados para el Martes.
Otro aspecto importante se desarrollará en la estación espacial. En sus sesiones se analizarán las consecuencias físicas y psicológicas que pueden derivarse de los vuelos de larga duración (los norteamericanos tendrán en cuenta las experiencias profundas de los soviéticos en este campo? ).
Los norteamericanos quieren situar a sus primeros astronautas en Marte alrededor de 2005. No está claro que vaya a ser el primer ser humano que se marche, porque los planes soviéticos para Marte están más avanzados y los pasos que se están dando en ese camino han empezado ya hace tiempo. La misión Fobos o los vuelos de larga duración de años que mencionábamos en el número 15 son testigos de ello.
Los norteamericanos plantean misiones rápidas que durarán un año. De esta forma se reduce la masa a expulsar de la Tierra. La misión constará de dos partes: por un lado el barco de los astronautas y por otro una sonda automática que llevará la carga. El buque de carga se lanzará antes y viajará a Marte a bajo coste y larga duración. El barco de los Astronautas se amarrará en órbita y en dirección a Marte sólo saldrá una vez tomada la órbita de Marte. En este barco acudirán seis astronautas y los medios necesarios para mantenerlos. En la órbita de Martitz se topan con la carga, se cogen el combustible y finalmente se martitzan. Después de 2 semanas en Marzo volverán a la Tierra.
El último paso, la base permanente de Martitz, se dará en el año 2010 si el proyecto cumple los plazos marcados.
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No cabe duda de que los planes norteamericanos son grandes y ambiciosos. Pero tal vez este planteamiento tenga un error original, que ellos quieran hacer todo. Y entrar solo en este tipo de proyectos tan tremendos puede hacer que no todo se mantenga. Si se produjera el fracaso (y eso no queremos), la exploración civil del espacio norteamericano podría retrasarse durante muchos años, como ha ocurrido en el caso del Challenger.
(1) Sin embargo, los norteamericanos más comunes parecen tener una visión más amplia. El pasado mes de mayo se publicaron los resultados de una encuesta realizada entre los lectores de la revista "Astronomy". La encuesta se refería al informe de Ride. Entre las respuestas recibidas destacaban la necesidad de colaboración en la exploración del espacio, aunque en los cuestionarios no había preguntas al respecto.
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