¿Qué era primero la apariencia o la función?
2006/05/15 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia
Los cactus están perfectamente adaptados al ambiente desértico. Están dispuestos a absorber, fisiológica y anatómicamente, el escaso agua que les rodea y a mantener lo conseguido. Por ejemplo, para evitar la pérdida de agua por transpiración, la mayoría de las especies carecen de hojas y realizan la fotosíntesis en el tallo. El tallo sirve, además, para almacenar agua, por lo que suele ser grueso.
Los investigadores han querido saber cómo han ido surgiendo estas adaptaciones a lo largo de la evolución y han tratado de responder a la pregunta de qué fue primero el cambio de aspecto o el desarrollo de una estrategia de ahorro de agua.
Para responder a la pregunta, los botánicos de la Universidad de Yale se han centrado en los cactus del género Pereskia. Para los botánicos, este género es el más primitivo. Se divide en dos ramas, una de las cuales no se parece al resto de cactus, aunque tiene funciones similares. Por ejemplo, sus hojas están acondicionadas para almacenar agua y realizar la fotosíntesis, de una manera poco habitual en otros cactus.
Analizando las peculiaridades de las especies del género Pereskia, los botánicos han concluido que los cactus se adaptaron a la escasez de agua primero fisiológicamente y que luego desarrollaron las características anatómicas que les permiten ahorrar y almacenar agua.
En la imagen, Pereskia godsefiana (Paul Brunelle/ Evolución y filogenia de los cactus).