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Un chorro de plancton a mi coche

2003/11/09 Agirre Ruiz de Arkaute, Aitziber - Elhuyar Zientzia

Un largo recorrido hace que el coche se quede sin gasolina. Vas a la gasolinera más cercana y llenas el depósito de gasolina. En ese mismo momento has consumido 1.000 toneladas de plancton. Has leído bien 100.000 kg de plancton.
Los diatomeas son algas microscópicas que flotan en el mar. Algunos de ellos se acumulan en el fondo del mar y con el paso de los años se convierten en petróleo, eso sí, pasados miles de años.

El científico americano Jeffrey Dukes y su mujer tienen que recorrer muchos kilómetros en coche cada día para ir de casa a trabajar a la Universidad de Massachusetts. Preocupado por el consumo diario de gasolina, Jeffrey se propuso calcular lo que realmente supone llenar el depósito del coche.

El ecólogo se puso delante de un papel y empezó a añadir y multiplicar los números. Sin embargo, desde el momento del cálculo está aún más preocupado, ya que ha visto que cada vez que llena el depósito consume una gran cantidad de materia: 100.000 kg.

La gasolina y el petróleo en general son de origen orgánico. Pero no es el derivado de los dinosaurios muertos, a pesar de que varias creencias populares han querido explicarlo una y otra vez. Procede de seres vivos de tamaño mucho menor, invisibles por su pequeño tamaño: el plancton.

Diatomeas, fuente de petróleo

El investigador Dukes quiso calcular cuánto plancton consumía cada vez que llenaba el depósito.

El petróleo se produce cuando el plancton que habita en el mar muere y se acumula en tierra profunda. La mayoría de los seres vivos que componen el plancton son unicelulares, por lo que es necesario acumular una enorme cantidad de vida para formar un preciado líquido.

Muchos de estos seres vivos son diatomeas, algas microscópicas con formas muy bonitas. Redondeadas, largas, estrelladas... hay miles de formas diferentes y todas más fascinantes. Estas especiales formas se obtienen gracias a la cubierta de sílice que las rodea. Esta cubierta decorada es la que fabrica los diatomeos, uno de los más sorprendentes seres marinos.

Viven flotando en el mar y son alimento de muchos animales. Pero algunos de estos diatomeas mueren en el agua y se van acumulando en el fondo del mar, hasta que se convierten en piedras con el tiempo. Este plancton tarda miles de años en convertirse en petróleo viscoso y millones de unidades de plancton en formar un poco de petróleo. Así, las grandes reservas de petróleo mundiales se han ido formando lentamente, cuando el líquido negro viscoso ha atravesado rocas porosas del mar y se ha depositado en agujeros subterráneos.

Cálculos de Duques

Si la industria del petróleo desciende, la evolución de los precios fomentará nuevas alternativas.

El ecologista Jeffrey Dukes ha tenido que tener en cuenta todos estos factores para realizar sus cálculos. Cómo es el plancton, dónde se acumula al morir y cómo se convierte en petróleo. De hecho, todo el fitoplancton muerto no se acumula en la superficie terrestre: sólo el 2% del plancton se mete bajo esas piedras de miles de metros.

Aquí, bajo estas rocas, el calor en el interior de la tierra acelera el proceso de transformación del plancton acumulado, convirtiendo alrededor de la mitad del plancton acumulado en petróleo con el tiempo. Sólo una pequeña fracción de este petróleo sube hacia arriba hasta el punto en el que el ser humano podrá acceder. Y nosotros tenemos cerca de una cuarta parte de esa cantidad que sube.

También teniendo en cuenta las pérdidas que se producen posteriormente en el transporte y en otros, el investigador americano Jeffrey Dukes consiguió hacer un cálculo: sólo el 0,01% de esa masa antigua que se encontraba en el lugar apropiado y en el momento oportuno se convierte finalmente en el petróleo que nosotros podemos extraer. Según esto, todas las plantas que crecen en el planeta durante 400 años no serían suficientes para producir el combustible fósil que quemamos anualmente.

Dependencia total

Nuestra sociedad depende también de un tema cada vez más escaso. ¡Ya se ha encendido la alarma!

El petróleo comenzó a formarse cuando la Tierra era joven, y todavía está en ello. Pero no se genera a la velocidad que consumimos, en absoluto. El petróleo supone alrededor del 40% del total de la energía consumida en el mundo. Se puede decir, por tanto, que la civilización moderna depende totalmente de esta materia extraída de los yacimientos rocosos creados hace millones de años. Mira a tu alrededor. La mayor parte que ves procede del petróleo. ¿Que no? Revisa. Ves madera, metal, vidrio, piedra... quizá algún ser vivo. La lista es larga, sí. Pero todo lo demás es sólo petróleo. Las pinturas, resinas, tejidos sintéticos, plásticos, muchos medicamentos y otros que tú no crees son derivados del petróleo. No sólo la industria de combustibles, sino también la de materiales sintéticos, está basada en el petróleo.

La población también crece, lo que aumenta la demanda. Las reservas petrolíferas son cada vez menores y difícilmente soportables. Por ello, muchos proyectos de investigación internacionales se han dirigido a la búsqueda de nuevas alternativas. Las energías renovables son una de ellas, pero muchos creen que no podrán satisfacer la demanda energética actual. Ante esto la única solución será reducir el consumo. Pero, ¿estamos dispuestos a poner en peligro nuestra cómoda vida?

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