“Soy una chica que ha buscado y cuidado la suerte”

2017/05/05 Galarraga Aiestaran, Ana - Elhuyar Zientzia Iturria: Elhuyar aldizkaria

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Más de uno conocerá a Lorea Argarate Zubia porque es uno de los miembros de la pareja “Las Tea Party DJs”, sin sospechar que es un científico, pero, según él, siempre le ha gustado la ciencia. Los padres también son aficionados a la ciencia, como muestra de ello, siempre han tenido la revista Elhuyar en casa.

Sin embargo, no puede ocultar su pasión por la música: “Me gustan muchos tipos de música y he tocado en muchos grupos y con mucha gente diferente”. Así, cuando le llegó la hora de elegir los estudios universitarios, optó por la Física. “Quería conocer el aspecto físico de la música, las ondas y todo eso. Estudiando física, pensaba que lo sabía todo”.

Sin embargo, en el cuarto año abandonó la carrera de Física. “No encontraba lo que buscaba y me fui desmotivando, a pesar de que la profesora Aitziber Anakabe valoraba mis frikis de trabajo. Yo quería estudiar Física para hacer cosas, no para hablar de Física, y allí no hacíamos nada”. Finalmente decidió abandonar la Física.

Paralelamente, comenzó con la música electrónica: “Yo soy clarinetista. He hecho carrera y mi sueño era hacer clarinetes. Pero eso es muy caro. Entonces descubrí la música electrónica y me di cuenta de que es muy barata y fácil, que es para mí”. Así conoció qué era la electrónica y qué ingeniería, y vio que en la Universidad de Deusto tenían una ingeniería propia: “Dentro del Grado en Ingeniería de Telecomunicación vi que la rama de Imagen y Sonido estaba, y las asignaturas que allí se impartían estaban totalmente alineadas con lo que yo quería hacer”.

No sólo gustaron las asignaturas sino también los profesores, especialmente uno: Mari Luz Guenaga Gómez. “He tenido a mi lado desde el primer nivel y siempre me ha ayudado a llevar adelante mis deseos”. Recuerda, por ejemplo, que en primer curso enseñó Programación en euskera y que sólo eran seis en clase. “Desde entonces ha sido un referente muy fuerte para mí. Y si al principio me centré en el hardware, gracias a él descubrí las posibilidades que ofrece la programación. ¡Podría hacer lo que quería!”

Al unir las líneas paralelas

Al cabo de cuatro años debía realizar un proyecto fin de grado, en el que se unieron sus tres pasiones: ciencia, música y educación. “Hasta entonces las líneas eran paralelas: siempre estaban muy cerca, pero no se juntaban. Tal vez se colocaban perpendiculares y entonces se cruzaban, pero sólo en ese momento. En el proyecto de fin de grado se unieron”.

De hecho, desarrolló un juguete “Beatkids” para enseñar programación a los niños a través de la música. Lo hizo en código abierto, poniendo a su disposición planos y todo el material, por lo que cualquier persona puede hacerlo por su cuenta en cualquier lugar del mundo. A partir de entonces, en el laboratorio de Learning Lab, trabaja como ayudante de investigación en la Universidad de Deusto.

Al mismo tiempo, participa en la iniciativa INSPIRA, creada entre la Universidad de Deusto y Elhuyar. El objetivo de esta iniciativa es fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas entre las chicas, para lo que reciben de primera mano la experiencia de mujeres profesionales que pueden ser fuentes o modelos de inspiración. “La experiencia ha sido muy enriquecedora para mí, muy personal y muy percibida en comparación con otros trabajos”.

Por último, ha querido destacar las actitudes personales y la influencia del entorno: "Los buenos días no vienen solos, los buenos días hay que "hacerlos" y he tenido un entorno muy bueno y proactivo para hacer las cosas. Por lo tanto, de decir a hacer no ha habido muchas dificultades.Soy una chica que ha buscado y cuidado la suerte”.