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Casas de madera en siberia

1987/02/01 Iraeta, Jose Jabier Iturria: Elhuyar aldizkaria

En la ciudad de Irkust, con una población de 500.000 habitantes, se pueden encontrar muchas casas de madera dentro de la ciudad, tanto de forma individual como formando calles.

Para ver la importancia de la construcción de la madera en Siberia, basta con indicar que en las aldeas hay más de un centenar de casas habitadas. En la ciudad de Irkust, con una población de 500.000 habitantes, se pueden encontrar muchas casas de madera dentro de la ciudad, tanto de forma individual como formando calles. Dicen que los de un piso son de origen local y los de dos pisos de tratantes europeos.

Museo de actos de madera de Irkuste: Torre de defensa.

La planta de la casa se levanta con unos cuarenta centímetros de relleno o en la actualidad con hormigón. Los muros están formados por troncos tumbados, labrados por cuatro o tres lados. Los que tienen la parte no labrada, suelen colocar la parte hacia fuera. Para evitar que entre los troncos queden chorlitos, colocan una especie de algodón, pero gracias a las colas existentes, estas intersecciones no generan problemas. Las esquinas de las casas, generalmente mediante el cruce de troncos (por rebaja).

En los muros se abren ventanas de dos hojas, dotándolas exteriormente de contraventanas de madera. Los techos de las habitaciones también se realizan con los troncos tumbados, colocados de vez en cuando y cubiertos por encima y por debajo de las tablas. Si la luz es suficientemente grande, colocan una columna de tamaño suficiente. El entramado del tejado y de los cabrios se compone de unos troncos de tamaño que nosotros hacemos entresacados, colocados con sus cuestas, cubiertos de tablas. Ahora por encima de estas tablas se coloca en casi todas las casas, y porque se ve tanto o, a decir verdad, no duele a la vista. En el interior, en la cocina, se fabrica una especie de horno para hacer fuego con barro, pero otra cosa sería comunicarlo.

Detalle del techo.

En las casas de antaño, al menos, disponían de dos cocinas, sucias y limpias, ambas de fuego. Era sucio para la preparación de las comidas diarias de los animales, así como para la protección de algunos animales en invierno duro, como serrín, ternera, etc. La cocina limpia era, sobre todo, para recibir al público y allí tenían las cajas de ropa y los artículos más útiles de la casa, para que los vaqueros las vean. En estas dos cocinas se separaban las habitaciones por medio de hornos de barro, entre los que se encontraba la habitación general.

Trineo de nieve.

Tenían sauna en una habitación aparte. Esta sala tenía dos pequeñas ventanas. Una de ellas cubierta por una contraventana de madera (para renovar el viento cuando era necesario) y otra cubierta de cristal, las interiores exteriores y las exteriores para ver el interior. Así era como los jóvenes elegían a sus novias. En una esquina faltaba el suelo de madera y en su parte había tierra. Allí hacían fuego con un montón de piedras encima. Cuando éstos se calentaban, lanzaban agua de arriba abajo.

Antiguamente estas casas (isbek) no tenían chimenea para aprovechar mejor el calor del fuego, pero luego por comodidad o por la colocación de chimeneas. Ahora los datxs se reciben con sistemas similares de construcción.

Estas navajas se hacen en bosques o lugares muy alejados, para vacaciones y fines de semana. El suelo para estos, ya que todo el territorio es del Estado, les alquila el Estado con bastante precio. Se trata de un área con un precio aproximado de dos mil pesetas anuales. Luego la casa –datx- la recibe uno mismo y es dueña de lo que ha hecho, con derecho a vender si quiere. Es curioso, pero al estar rodeado de bosques de kilómetros, no cogen ningún palillo para hacer la casa. Los bosques pertenecen al Estado y es él quien les vende la madera que necesitan, aunque sea muy barato.

En este sentido, el objetivo de este taller no es proporcionar especificaciones técnicas, sino dejar demostrado que la madera puede ser utilizada en la construcción de edificios en Euskal Herria. Hoy en día se puede decir que se utiliza para varias cosas, puertas, ventanas y pavimentos. Pero lo que yo quería dejar claro es que existe la posibilidad de hacer muros de madera, la estructura del tejado, y en dos palabras toda la casa.

El lema habitual de este tema será que al menos en una parte importante de Euskal Herria llueve mucho y que esta humedad excesiva se pudre. Pero, además de llover mucho en Siberia, echa nieve en la barra larga de invierno, y ahí siguen las casas de madera. La clave, sin duda, puede estar en tratamiento. Los rusos de antaño tenían hierbas especiales y con sus perfumes saciaban bien las maderas.

Cuando los rusos llegaron a Siberia, en el siglo diecisiete, las cenizas autóctonas (buriatos, jakutos, evencos, etc.) vivían en unas chabolas portátiles formadas por palos y pieles. Después de ver las casas y las prendas que tenían, no se puede dudar de que los indios norteamericanos están relacionados con ellas. Si sabemos qué son los ttipis, sabemos cómo eran los lugares de residencia de los primeros habitantes de Siberia.

Herramientas para trabajar la madera.

Cuando los rusos llegaron a este lugar, encontraron tal y como están hoy en día los impresionantes bosques imposibles de creer (sobre todo con aguabebos y abetos), y si el ruso se sirve de la forma en que el lobo usa los dientes (con las mismas habilidades), sin profundizar más, podríamos entender que la creación de casas de madera se produce en el bapate.

En este repositorio alguien puede decir lo que estamos haciendo. En Euskal Herria tenemos mucho agua y no mucho, pero podríamos decir que tenemos otros tipos de árboles y sobre todo pino insignis. Nos dicen que este tipo de árboles sólo sirve para las ferrerías de papel y para asombrar el paisaje, pero cuando lo utilizan en la construcción de la casa en Australia y Nueva Zelanda (también hacen puentes con pino), está claro que el escaso valor de la insignis es uno de los cuentos que más a menudo hemos tenido entre nosotros.

Un pequeño pueblo junto al río Angara.

¿A quién le conviene mantener estos cuentos?... La clave de la conservación de la madera reside en: EN TRATAMIENTO. Y eso es fácil de comprender viendo postes de madera que arrepentían los hilos de teléfono y fuerza. Las casas de madera de Siberia (no pintadas) tienen el mismo color oscuro. Esto supone un tratamiento similar.

Esa es la conclusión que habría que sacar de estas líneas: Que Euskal Herria tiene pocos recursos y que deberíamos aprender a sacar mejor partido a las roturas que tenemos. Que sepamos dar un verdadero Valor Añadido a los resultados de nuestra tierra, porque en los próximos momentos seremos necesarios de todo.

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